La única estrategia que usa el Dúo Coplanacu para su éxito es el canto

Antes del anuncio "bomba" de que La Juntada, formación que compartieron hace 20 años con Raly Barrionuevo y Peteco Carabajal iba volver al escenario del Festival Nacional de Cosquín en enero próximo para una presentación especial, el Dúo Coplanacu ya preparaba un verano con su confirmación en los grandes festivales, en los que el folklore convive con otros géneros.

Al respecto, Roberto Cantos señaló: "Los géneros están conviviendo mucho mejor. Antes era como distorsionar la cosa, mezclar el cuarteto, el rap, el trap o el rock con el folclore; y hoy en día, la gente lo toma mucho más naturalmente y los músicos también. Siempre hay alguien que se queja, algún fundamentalista, pero son los fundamentalistas de siempre".

Y sumó: "A mí, me parece muy sano, porque siempre la cosa se va decantando y queda lo que más peso en serio tiene: el músico que mejor proyecta lo suyo, que tiene una propuesta no especuladora para ser famoso sino contundente acerca de lo que ha estudiado, de lo que siente y lo que piensa".

La modernidad

El dúo integrado por Roberto Cantos y Julio Paz cumplirá 39 años de trayectoria, y a lo largo de este camino, en el que fueron testigos de la aparición de las plataformas musicales y de la práctica cada vez más usada de difundir música a través de las redes sociales, "Coplanacu" conserva la única estrategia que siempre usaron: "Cantar para la gente y con la gente".

"Nuestra única estrategia es cantar, plantear lo que somos como músicos en un escenario, y la muchachada nueva recibe esto con la sensibilidad con la que uno manda esto. Nosotros nunca hemos tenido estrategias artísticas, mucho menos estrategias comerciales. Nuestra única estrategia es cantar con la mayor honestidad posible y nos ha ido muy bien", señaló Roberto.

No obstante, al hablar sobre la manera vertiginosa y eficiente en la que se maneja "la muchachada" en las redes sociales, Cantos admitió que "son fenómenos que hay que aceptar, en los que uno se puede sumar de vez en cuando, pero no vamos a pretender plantear nuestra propuesta solamente en las redes porque la sustancia de nuestro laburo es cantar en vivo para la gente y con la gente".

Nuevos valores

A diferencia de lo que opinan algunos colegas sobre la ausencia de nuevos valores en el folklore, Roberto Cantos consideró que existen nuevos valores, solo que falta que se difundan. "Siempre hay un caldo donde se cocina la poesía, la música, donde se fusiona también, lo cual es muy interesante", dijo y recordó a músicos como Manu Sija que "si bien no es un changuito tiene una propuesta muy interesante; igual que Franquito Ramírez a quien nosotros queremos mucho y que le está pegando. Aquí (en Córdoba) hay un grupo que se llama Usapuca y que son dos changuitos santiagueños que cambiaron el nombre, y están renovando las cosas dentro de sus cabezas fundamentalmente y de a poco van plasmándolo".

Cuando se le preguntó qué cree que les falta para llegar a más gente con su propuesta, Roberto dijo: "Lo de siempre, la difusión y que haya condiciones de trabajo dignas para poder ir a tocar a un bolichito. Nosotros cuando hemos empezado éramos músicos itinerantes, pero había espacios chicos en todas partes para poder tocar. Ahora esto está raro, y difícil porque la música se propone fundamentalmente en las redes sociales, el trabajo en vivo es cada vez más escaso, salvo en los megarrecitales, festivales, pero hay que procurarse espacios, rebuscárselo".

Cómo fue la experiencia con Divividos en Rosario

El Dúo Coplanacu ya había tocado con la banda liderada por Ricardo Mollo, pero el show en Rosario fue especial, porque "la aplanadora del rock" estaba celebrando sus 35 años, tres menos que los que sus colegas del palo del folklore llevan en los escenarios, conmoviendo almas con su música y sus letras. 

"Divididos tiene 35 años tan cálidos, simples, con una propuesta tan clara, contundente, que para nosotros ha sido una alegría tremenda y un honor", señaló Roberto Cantos sobre aquel concierto en el que compartieron "La Flor Azul", la chacarera compuesta por Mario Arnedo Gallo y Antonio Rodríguez. 

"Cuando nos han invitado lo han hechos con muchísima humildad y se han puesto contentos cuando hemos accedido. Somos más o menos de la misma edad, y hemos recorrido un camino que tiene cosas en común como la autogestión (muchas veces), la independencia, la mirada hacia el ser músico; esto de que la música es para compartirla y no para encerrarse y disfrutarse uno mismo. Y en ese sentido, ellos también tienen esa mirada. Son unos laburadores increíbles. No he visto nunca un grado de profesionalismo tan grande como el de ellos en lo técnico, en lo artístico. Ha sido una de las experiencias más lindas para nosotros", resumió Roberto.