Aguaron cese de prisión a "banda poliladron" del atraco de $ 2.413.080 a Servisur

Tres años y once meses después del ingenioso atraco, la Justicia desestimó la última "carta salvadora" al rechazar el cese de prisión de Marcelo Alberto Campos, funcionario policial en actividad; también, a Bruno Agustín Rubín y Marcos Matías Villalba, exonerados de la fuerza, y presuntos integrantes de la banda "poliladron" que se alzó con $ 2.413.080 de Servisur.

El golpe fue perpetrado el 12 de noviembre del 2019 en Dorrego y 24 de Septiembre. "Robo doblemente calificado agravado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda" es la acusación de la fiscal Carla León, en la antesala a la clausura y elevación a juicio.

El mes pasado, varios imputados fueron excarcelados en el 4º piso de tribunales. Sin perder tiempo, partieron pedidos de cese de prisión. El "combo" fue impulsado por los abogados Sergio Crespín, en representación de Rubín y Jorgelina Alfaro, por Campos; el tercer escrito partió de la defensora oficial, Adriana Bóboli, por Villalba.

Ahora, el juez de Control y Garantías, Fernando Paradelo, dijo no a las tres pretensiones. Por ende, se deduce que los accionantes no perderán tiempo. Apelarán y bregarán por una mejor suerte ante la Cámara de Apelaciones, cuerpo en que los "cese" prosperaron.

Ellos fueron resueltos a favor del policía Luis Serrano y el técnico en celulares, Iván Díaz Páez. Serrano fue liberado el 7 de agosto pasado y Díaz Páez, el viernes 29 de septiembre, merced a un fallo favorable de los vocales, Olga Gay de Castellanos, Sandra Generoso y Cristian Vittar. El tribunal dio luz verde al requerimiento merced a una fianza personal de $ 500.000.

La historia de la banda "poliladron" será ventilada en juicio en los primeros meses del 2024. Para los investigadores, policías y expolicías pergeñaron un audaz robo a la firma Servisur, previo paciente trabajo de inteligencia en el edificio de avenidas Belgrano y Solís.

Apenas a un mes de cumplirse el cuarto año del hecho, la Fiscalía apura la marcha para enviar la causa a juicio. Con ello, sentará en el banquillo a un grupo de hombres que despojaron, a los contadores, de bolsos con dinero y huyeron en motocicletas.

Luego de ocultar el dinero, los acusados se trasladaron a una casa del Bº 8 de Abril, deseosos de burlar el cerco policial y aspirar a la impunidad.

Sin embargo, en plena planificación del asalto alguien habló de más y los receptores pasaron factura a los cerebros de la banda, al acudir a la policía y detallar, con llamativos lujos, los nombres de los artífices del atraco, quienes fueron descabezados días después.