El rol de las mujeres en el proceso autonomista santiagueño

Por Héctor F. Peralta Puy - Lic. en Historia.

La Declaración de la Autonomía es uno de los procesos históricos, políticos, sociales y económicos más importantes que se desarrollaron a nivel local, el cual tuvo repercusiones en el resto de las jurisdicciones circundantes, debido a que se produjo la separación territorial e institucional de Santiago del Estero de la Gobernación Intendencia y Provincia del Tucumán.

Así como en las décadas anteriores, una nueva historia de grandeza fue escrita para la Madre de Ciudades, aunque en el acta del 27 de abril de 1820 se encuentran solamente las firmas de Manuel Frías, Juan José D'Auxión Lavaysse, Fernando Bravo de Zamora, Martín de Herrera, Manuel Gregorio Caballero, Manuel Alcorta, Pedro Pablo Gorostiaga, José Miguel Maldonado, Mariano Santillán, Pedro Ignacio Bravo de Rueda, José Antonio Salvatierra y Dionisio Maguna, es decir, de los doce miembros de la Asamblea elegidos como representantes por los curatos de la Capital, Loreto, Soconcho, Silípica, Salavina, Asingasta, Sumampa, Matará, Guañagasta y Copo. También existieron otras instituciones en esos momentos, como la tenencia de la gobernación interina -desempeñada por el comandante general Juan Felipe Ibarra- y el Cabildo surgido el 31 de marzo e integrado por Antonio María Taboada, Manuel Alcorta, Manuel José Beltrán, Bailón Bravo de Rueda, José Isnardi, José Antonio Salvatierra, Juan Manuel Iramain y Manuel Gregorio Caballero.

Pero en los documentos, actas, expedientes, legajos y fojas judiciales no se registraron solamente los diferentes desempeños de los hombres de la elite desde 1814 hasta 1822. Al respecto, las participaciones de los estratos sociales bajos de las poblaciones urbanas y rurales, es decir, lo que se denominaba en la época como "la plebe", "los muchachos", el "pueblo bajo" y los "hombres emponchados" u habitantes ajenos a las características sociales de "vecinos", "ciudadanos" y de la "parte sana del pueblo", también fueron importantes en el proceso por sus actuaciones en el movimiento de Isnardi, en las rebeliones armadas de Borges y en las batallas libradas al mando de Ibarra desde marzo de 1820, entre otras situaciones. Además de los hombres, en las distintas etapas autonomistas también intervinieron algunas mujeres santiagueñas de condiciones sociales diferentes, ya sea de manera directa o indirecta. Entonces, el objetivo de este breve artículo es conocer quiénes fueron esas mujeres y qué roles ejercieron durante las acciones separatistas.

En la segunda etapa del proceso autonomista, liderada por Juan Francisco Borges en septiembre de 1815, participaron Pantaleón y Silverio. Ambos esclavos, junto con el caballero cruzado, el presbítero Felipe Ferrando e Isidro Figueroa, fueron tomados como prisioneros el 8 de septiembre, es decir, unas horas después del encuentro armado llevado a cabo en la plaza principal entre los autonomistas y los soldados tucumanos enviados por Bernabé Aráoz para controlar la situación política y militar. El herido Borges ("amo" de Silverio) fue engrillado en la cama de su propia casa por los integrantes de la partida al mando de Antonio María Taboada, en los momentos en que estaba siendo curado -de los seis sablazos en la cabeza- por su esposa Catalina Medina y Montalvo y su sobrino Ferrando ("amo" de Pantaleón). Al otro día, el autonomista y sus seguidores fueron conducidos hacia la cárcel en San Miguel por orden del gobernador intendente.

La causa judicial en contra de Borges fue iniciada en Santiago del Estero con las declaraciones de los vecinos gubernativos (partidarios de Aráoz), como Pedro Francisco Carol, Juan Gregorio Bravo de Zamora, Juan Manuel Caballero, Doroteo Olivera, Ramón López, Lorenzo Bravo, Gaspar López, José Hilario Carol, Remigio Carol, Juan Gregorio Achával y José Domingo Iramain (h.), uno de los sobrinos de Borges. Por otro lado, algunos destacados autonomistas también emitieron sus versiones sobre los hechos, como Pedro José Maldonado, José Manuel Achával, Germán Lugones (ambos eran enemigos de Borges) y Martín de Herrera. Durante el registro, Maldonado expuso –entre otras cuestiones- que en la noche del 4 de septiembre había sido anoticiado por Gabriela Suasnabar sobre las acciones de Borges, quien minutos antes había exigido la renuncia al teniente de gobernador Tomás Juan de Taboada en su casa, por lo cual el declarante se dirigió hacia el Cabildo para presenciar los sucesos. En este caso, la participación de Gabriela en la sublevación de Borges fue indirecta, ya que dio aviso a Maldonado sobre el movimiento armado de hombres en la residencia de Taboada y en las calles con dirección a la plaza principal. Por otra parte, en la mayoría de las versiones formuladas por los integrantes de ambos sectores políticos se usaron recurrentemente las palabras "plebe", "muchachos" y "hombres emponchados", además de "pueblo bajo", expresión emitida por Pedro Francisco Carol en carta hacia Bernabé Aráoz. También coincidieron algunos de los políticos en manifestar que Silverio fue parte del grupo de los rebeldes durante el apresamiento de Ortiz de Ocampo realizado por Borges el día 2, o sea, antes del inicio de la sublevación autonomista.

De manera paralela a los primeros registros realizados en Santiago del Estero por las palabras de los testigos, en Tucumán declararon Silverio y Pantaleón el 13 de septiembre, quienes en esos momentos se encontraban presos junto al líder del movimiento. Silverio, quien no sabía escribir y poseía "…30 años más o menos…", manifestó que concurrió con Borges a la casa de Achával para amarrar con un cordel a Ortiz de Ocampo y que Taboada no opuso resistencia en su renuncia. Por su parte, fueron confirmadas por Pantaleón (tenía alrededor de 20 años y tampoco sabía escribir) su asistencia y sus participaciones en la morada del teniente de gobernador con un fusil otorgado por Borges. Según las palabras del esclavo de Ferrando, Borges dijo que "…iba a derramar la última gota de sangre por la Patria, lo mismo que debían hacer todos". Pero, también expuso ante Aráoz que fue convencido por su esposa para regresar a su casa, por lo que no estuvo presente en el combate desarrollado tras la llegada de los tucumanos a la plaza principal. La intervención de la esposa de Pantaleón, en los momentos mismos de las preparaciones para la defensa armada, fue determinante para que el esclavo abandonara las órdenes de su líder y su posición junto al resto de los seguidores de Borges. En la batalla del 8 de septiembre, también participaron los soldados del Piquete como los estratos sociales bajos urbanos y los diez "peones" de la estancia Tarapaya (propiedad de Borges), los cuales fueron llamados por el caballero cruzado para actuar en resguardo de la causa autonomista.

Al año siguiente, Juan Francisco Borges escribió uno de sus testamentos (el 29 de diciembre) tras ser apresado en Guaype por Gregorio Aráoz de Lamadrid y sus hombres. 

En sus líneas, el autonomista dispuso que, luego de su muerte, debían quedar libres sus esclavas Francisca y Evarista, siempre y cuando estuvieran al cuidado de su esposa Catalina Medina y Montalvo, debido a "…la privación del juicio…" (palabras del propio Borges) que condicionaba el delicado estado de su salud. A pesar de lo manifestado por Borges, Francisca fue vendida por 250 pesos como parte de pago, según lo resuelto por Gabino Ibáñez en el juicio iniciado por Antonio Silveti a causa de lo acontecido en Santa Lucía con los hombres de Borges y la entrega de dinero y dos pistolas.

La cuarta etapa del proceso autonomista estuvo caracterizada por los conflictos desarrollados entre ambos sectores de la comunidad política de Santiago del Estero, ya sea por la integración de la Junta Electoral o la composición del Cabildo para el período de 1820. Hacia finales de 1819 se realizaron distintas reuniones de los gubernativos (una de ellas en la casa de Achával), con la finalidad de sustituir a las autoridades autonomistas del ayuntamiento, al tesorero e incluso al teniente de gobernador. Al respecto, Gabino Ibáñez fue notificado de manera inmediata, por lo que al otro día comenzaron las investigaciones del caso. Las declaraciones de Juana Cáceres, Francisca Concha e Inocencia Cáceres, las tres en la cárcel pública en esos momentos, confirmaron que al hogar de Achával ingresaron -la noche del 24 de diciembre- sus aliados Pedro Francisco Carol, su "mulato", José Domingo Iramain (h.), José Antonio García y Baltasar Olaechea, algunos de ellos con armas blancas y pistolas. Además, también resaltaron la presencia de la viuda Francisca Borges (hermana de Juan Francisco y madre del mencionado José Domingo), quien se condujo a la morada de Achával para llevar a su hijo nuevamente hasta su casa. Quizás la acción de Francisca fue realizada para evitar una nueva tragedia en la familia Borges Urrejola, ya que el 1 de enero de 1817 había sido fusilado su hermano en Santo Domingo, mientras que su marido murió un año después. Por otra parte, y confirmando las palabras de las tres mujeres declarantes, las anteriores reuniones de los gubernativos (llevadas a cabo en las moradas de Taboada e Iramain) fueron informadas por cuatro testigos: Feliciano Alvarado, Victorio Freites, Domingo Rodríguez y Manuel Rodamontes. En este caso, las intervenciones de las tres mujeres santiagueñas de los estratos sociales bajos fueron directas en el proceso autonomista y en los planes de Gabino Ibáñez y del alcalde José Antonio Gorostiaga, en cuanto a las estrategias políticas de la elite para desplazar a los gubernativos de la Junta Electoral. Esto quiere decir que las versiones de Juana, Francisca e Inocencia, registradas durante las averiguaciones de Leandro de Sousa Lima y los testigos de las actas Pedro Pablo Montenegro y Domingo Rodríguez (designados por la orden de Gabino Ibáñez), posibilitaron que los planes de los partidarios de Bernabé Aráoz no sean llevados a cabo, por lo que los autonomistas se aseguraron los cambios en la Junta Electoral y las elecciones de los cabildantes para 1820.

Estos breves datos manifiestan que la Autonomía de Santiago del Estero no fue solamente gestada por los hombres de la elite local en su conjunto, sino que también existieron participaciones directas e indirectas en el proceso por parte de algunas mujeres pertenecientes a distintos estratos sociales, como Francisca Borges, Catalina Medina y Montalvo, Juana Cáceres, Gabriela Suasnabar, Inocencia Cáceres, la esposa de Pantaleón y Francisca Concha, entre otras.

Documentos de Archivo. 

-Archivo Histórico de Santiago del Estero, Sección Tribunales, 15 Bis, Expediente 78, Año 1817.

-Dirección General de Patrimonio Cultural de Santiago del Estero, Área de Historia, Sección Archivo, Documentos del Siglo XIX (varios), Expediente N° 059.

-"Libro donde se asientan las partidas de los entierros hechos de españoles y mestizos en esta parroquia de Santiago del Estero, y principia desde 30 de junio de 1813 siendo cura excusador el D.D. Manuel de Frías".

Fuentes Éditas y de Hemeroteca (documentos).

-Academia Nacional de la Historia (1951), Actas Capitulares de Santiago del Estero, Tomo VI, Años 1806 a 1833, Talleres Gráficos San Pablo SRL, Buenos Aires.

-Aráoz de Lamadrid, Gregorio (1895), Memorias, Tomo I, Establecimiento de Impresiones de Guillermo Kraft, Buenos Aires.

-(1855), Observaciones sobre las memorias póstumas del brigadier general don José María Paz,

Imprenta de La Revista, Buenos Aires.

-Gargaro, Alfredo, "Causa criminal seguida contra Juan Francisco Borges", Parte 2, En: Paz, Mariano R. (Dir.), Revista de la Junta de Estudios Históricos de Santiago del Estero, Año I, N° 2, diciembre de 1943, Editorial La Raza, Tucumán.

-"Causa criminal seguida contra Juan Francisco Borges", Parte 1, En: Paz, Mariano R.

(Dir.), Revista de la Junta de Estudios Históricos de Santiago del Estero, Año I, N° 1, septiembre de 1943, Editorial La Raza, Tucumán.

-Güemes Luís (1979), Güemes documentado, Tomo 2, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires.

-Lizondo Borda, Manuel (1940), Actas del cabildo, Volumen II, 1817-1824, Publicaciones de la Universidad Nacional de Tucumán, Departamento de Investigaciones Regionales, Instituto de Historia, Lingüística y Folklore, Número V, Talleres Gráficos de Miguel Violetto, Tucumán.

----- (1939), Actas del cabildo, Volumen I, 1810-1816, Publicaciones de la Universidad Nacional de Tucumán, Departamento de Investigaciones Regionales, Instituto de Historia, Lingüística y Folklore, Número V, Talleres Gráficos de Miguel Violetto, Tucumán.

-Lugones, Lorenzo (1888), Recuerdos históricos sobre las campañas del Ejército Auxiliar del Perú en la guerra de la Independencia, Imprenta Europea, Buenos Aires.

-Maidana, Domingo, "Un nuevo capítulo sobre Juan Francisco Borges", En: Paz, Mariano

R. (Dir.), Revista de la Junta de Estudios Históricos de Santiago del Estero, Año V, N° 15- 18, enero - diciembre de 1947, Imprenta Amoroso, Santiago del Estero.

-"Juan Francisco Borges", En: Paz, Mariano R. (Dir.), Revista de la Junta de Estudios

Históricos de Santiago del Estero, Año III, N° 7-10, enero - diciembre de 1945, Talleres Gráficos Amoroso, Santiago del Estero.

-Paz, José María (1855), Memorias póstumas del brigadier general don José María Paz. Comprenden sus campañas, servicios y padecimientos, desde la guerra de la Independencia hasta su muerte, con variedad de otros documentos inéditos de alta importancia, Tomo I, Imprenta de La Revista, Buenos Aires.

Fuentes Bibliográficas.

-Gargaro, Alfredo (1948), Los orígenes de la Autonomía Santiagueña, 1815-1820, En: Publicaciones especiales de la Junta de Estudios Históricos de Santiago del Estero II, Imprenta Amoroso, Santiago del Estero.

-Maidana, Domingo (1945), Borges. Caballero Cruzado de la Orden de Santiago, Imprenta Amoroso, Santiago del Estero.

-Peralta Puy, Héctor F. (2021), Claves de la Autonomía de Santiago del Estero. Proclamación general en la que expresó el pueblo su libre voluntad, Bellas Alas Editorial, Santiago del Estero.