"Es una obra de la Providencia que asumo con humildad y esperanza", afirmó.
Desde Roma, monseñor Bokalic destaca el apoyo recibido en su camino hacia el cardenalato Desde Roma, monseñor Bokalic destaca el apoyo recibido en su camino hacia el cardenalato
En diálogo desde Roma, monseñor Vicente Bokalic CM, arzobispo de Santiago del Estero y primado de la Argentina, compartió sus pensamientos en vísperas de recibir la púrpura cardenalicia. Para el prelado, los últimos meses han sido profundamente significativos: "Muy movilizante. Sucedieron cosas muy lindas que implican muchos compromisos nuevos, mucho espíritu de servicio", expresó.
El religioso destacó el apoyo que ha sentido en este tiempo: "Me siento muy acompañado por los sacerdotes, por la vida consagrada, por el laicado, por la Iglesia y por el pueblo sencillo de Dios. Lo vivo con mucha alegría y con cierto temor a no poder responder a tantos desafíos".
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La oración y la fe son los pilares que sostienen a monseñor Bokalic en esta nueva etapa: "Confío mucho en la obra de Dios. Uno de los pilares de mi vida es la vida de oración, la Eucaristía, el servicio a nuestras comunidades, el encuentro con los sacerdotes. Esto me da mucha confianza y me invita a responder con todas mis capacidades y limitaciones. Lo vivo con mucha esperanza".
Acerca de los retos que supone su nueva función como primado de la arquidiócesis, señaló: "Nos invita a renovar nuestros compromisos, a crear nuevos servicios, a ahondar en ese estilo sinodal al que nos invita el Papa Francisco, caminando juntos todo el pueblo de Dios". Además, subrayó la necesidad de abordar problemáticas sociales actuales: "La pobreza creciente, la desigualdad, la marginación, el olvido de tanta gente, de los nuevos desafíos que nos trae el mundo, como las adicciones, con las que están afectados tantos jóvenes".
Monseñor Bokalic también puso énfasis en áreas clave para la Iglesia: "Es necesario ahondar en la profundización de la Pastoral Familiar, la Pastoral de las periferias, la Carcelaria, en el cuidado del medio ambiente y, también, formar laicos para la sociedad y comprometidos en las cuestiones sociales, políticas y sindicales".
El impacto de su nombramiento como cardenal ha sido significativo para la Congregación de la Misión y la Familia Vicenciana: "Fue un regalo de la Providencia de Dios este reconocimiento a mi persona. Esto nos motiva a profundizar nuestros compromisos y en nuestro carisma vicenciano, tan actual, tan iluminador para estos tiempos: la evangelización y la misión a los pobres, todo lo que significa la Iglesia en salida", señaló.
El arzobispo describió este año como un periodo de gracia para la arquidiócesis de Santiago del Estero y destacó la canonización de Mama Antula como un hito relevante: "El Papa está realmente feliz de haber concedido esa gracia para toda la Iglesia en la Argentina y, por supuesto, para Santiago, ya que nos toca muy de cerca, porque María Antonia es santiagueña. Aquí pasó la mitad de su vida y comenzó todo su despliegue evangelizador".
Finalmente, monseñor Bokalic asumió con humildad las nuevas responsabilidades que vienen con su nombramiento: "Ser cardenal de la Iglesia lo considero una obra de la Providencia. Esto me da mucha alegría y, ciertamente, respecto de estas nuevas responsabilidades, pienso que hay gente mucho más preparada que yo para todo esto. Lo asumo como un servicio a esta Iglesia que hoy guía el Papa Francisco y quiero, como cardenal, compartir, participar y ayudar en el servicio pastoral del pontífice", concluyó.