Despojaron a las víctimas, U$S 22.000, $ 1 millón y a otras $ 5.900.000, celulares y objetos personales.
Tres gitanos en jaque legal, por delictiva "banda del tractor" y botín de varios millones de pesos Tres gitanos en jaque legal, por delictiva "banda del tractor" y botín de varios millones de pesos
Tres gitanos son buscados intensamente por la Justicia, sindicados de orquestar tres golpes sangrientos en La Banda, recurriendo a ventas ficticias de tractores y que decantaron en trampas mortales para tres familias y un comprador asesinado a balazos.
A fuego lento, la fiscal, María Alejandra Holgado, reconstruye las tres fábulas del tractor. El primer atraco ha sido perpetrado el 8 de diciembre del 2023.
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Un agricultor boliviano, de Santa Fe, vino a comprar un tractor. Se trata de Edber Mercado Segovia (46), y su pareja, Gladys Ortiz. En rutas 34 y 176, tres sujetos los esperaron en un auto. No hubo venta de tractor. Eran gitanos que los encañonaron y lo condujeron hasta La Aurora. Allí, los redujeron, los despojaron de $ 5.900.000, una cartera, documentos y la llave de su 4x4.
El raid delictivo
El 2 de enero del 2024, volvieron a la carga. Esta vez, cayeron en la trampa del tractor, Grover Martínez, su pareja y un hermano. Fueron interceptados en la ruta 34 y España prolongación. Conducidos al monte, los visitantes fueron despojados de U$S 22.000 y $ 1 millón en moneda nacional. En esta causa, hay tres gitanos presos. Diego Esteban, Walter Coronado (apodado "Mono Abraham") y Jairo Cristo.
El 6 de abril, Daniel Cáceres Zegarra (43) recibió un tiro una pierna y su hijo, un corte en la cabeza. De nuevo, la banda del tractor. También, lo padecieron los acompañantes de Zegarra, Margarita Tintilay y el hijo de ambos, Daniel Cáceres (22).
Cerca del paraje Guaycurú, Banda, dos aparentes "motochorros" los interceptaron. Uno extrajo un arma de fuego y obligó a los foráneos a descender. Cáceres Zegarra quiso resistirse y recibió un disparo en la pierna izquierda. Su hijo quiso defenderlo y acabó golpeado en la cabeza. Como no llevaban plata, Zegarra la pasó mal, golpeado y herido a tiros. Murió días después.
Tecnología delatora
Medio año después, Holgado trabaja con expertos en tecnología y redes sociales. De acuerdo con el radio de acción de la banda y testimonios de las víctimas, fácilmente habría concluido que la organización está compuesta por diez personas, con roles claramente delineados.
Sin embargo, media docena sería el grupo de choque que atraía, captaba y atacaba a los damnificados. Los gitanos, los imputados, reinaban en escenarios que les eran -harto evidente- desconocidos a las víctimas.
Impuestos a un forzado bajo perfil y éxodo, hay tres gitanos con pedidos de detención: uno desbordaría de confianza, asumiéndose recién "despegado" en el triple proceso; otro, rondaría la ciudad, ignorando qué información maneja Holgado y hasta dónde sus socios "cantaron" a la policía. Los tres fantasean con resistidas eximiciones de prisión, dudas existenciales en que Holgado parece encomendar su próximo golpe.
