El 30% es inoportuno, torpe y parece hecho a propósito

El incremento en las dietas de diputados y senadores, que el miércoles se aumentaron 30% y cobrarán más de $2.5 millones por mes, generó malestar en una sociedad argentina profundamente afectada por la crisis económica, la inflación y el desfasaje de los salarios.

La medida fue firmada por Martín Menem y Victoria Villarruel (ahora Menem anunció que presentará un proyecto para dar marcha atrás con la polémica suba) y, de acuerdo con el análisis del politólogo Marcos Novaro en "Buen Día Santiago", de Radio Panorama, resulta una "muy mala decisión en este contexto".

"Que el Congreso les pague 30% (más) a sus empleados cuando a los docentes se les dio el 10% es inoportuno y parece hecho a propósito. Es muy torpe que nadie se haya dado cuenta", explicó.

En febrero (el último mes liquidado) el sueldo en mano de los diputados nacionales fue de 1.984.770,96 pesos, y de aplicarse un nuevo aumento del orden del 30% quedaría en 2.580.202,24 pesos.

Desorden

En relación a las políticas adoptadas por Javier Milei hasta ahora, consideró que "no está muy claro cómo se cumplen los roles. Milei habilita el diálogo y lo cierra, autoriza y desautoriza. Es muy desordenado".

"La mayoría de la gente está preocupada por su metro cuadrado. Cuando la crisis se agudiza lo urgente es ver cómo uno se apaña. Hay un enorme interés porque Milei acierte, la sociedad está muy atenta a lo que haga porque de él depende que tengamos una solución o caos", agregó.

Novaro evaluó además que "mucha gente no sabe muy bien cómo pararse ante Milei" y explicó que "todavía la mayoría que lo legitima existe y hay un campo amplio que no simpatiza con él, pero quiere que funcione porque la alternativa es peor. Esto tiene que ver con que la sociedad argentina se ha acostumbrado al empobrecimiento. Hace 12 años que pasa y el kirchnerismo procesó eso a su favor, con el argumento de que un plan o un empleo público era lo mejor que se podía conseguir. Milei está invirtiendo un poco esa lógica, lo aprovecha diciendo que es el último empobrecimiento porque es el único que va a servir para llegar a un país más exitoso. Y tiene lógica que ese discurso sea aceptado, porque hay una preparación del terreno que el propio kirchnerismo hizo administrando durante 12 años cada vez más pobres. Hay una parte de la gente que entiende que eso es mejor que seguir como estábamos".

"Al desarmar negocios como el de los seguros, explican que están combatiendo los mecanismos a través de los cuales la casta se enriqueció a través de la gente. Eso es lo más importante del cambio y es una buena forma de administrar las cargas. Pero mucho tiempo los jubilados no van a aguantar, por lo que deberían ser más sensatos con los recortes", dijo finalmente.