Juan Bautista Infante, de Sol de Mayo al Vaticano y en audiencia con Francisco

EL LIBERAL EN EL VATICANO. Juan Bautista Infante vivió un momento soñado tras haber sido recibido, junto a un grupo de amigos argentinos que viajaron a Roma por la canonización de Mama Antula, celebrada por el papa Francisco. El joven santiagueño, oriundo de Sol de Mayo, en diálogo con EL LIBERAL, expresó su gratitud al Santo Padre de quien destacó "su gran humildad y carisma".

Infante, radicado en Buenos Aires, donde cursa estudios de Ciencias Políticas en la UBA, resaltó que entre esos amigos están Federico Wals y Roberto Dabusti, ambos muy vinculados con el Sumo Pontífice desde cuando era arzobispo de Buenos Aires.

Recordó que tras rendir exitosamente un examen en la Facultad, volvió a su casa de Sol de Mayo para contarle a su madre que iba a viajar a Roma. "Todo se ha dado, gracias a Dios, y he podido saludar al Santo Padre. Un gran orgullo", destacó Infante.

Juan Bautista contó que fueron más de trescientos los peregrinos, "todos fieles devotos de Mama Antula", que accedieron a saludar al Papa. Él fue el último de los que logró estrechar las manos del Sumo Pontífice argentino.

Infante, quien junto a sus 11 hermanos (ocho mujeres y tres varones), fue criado en el seno de una familia "muy católica" en la que sus padres, Chacho y Lilian, le inculcaron los principios de la religión y la importancia de la oración, cualidades que Infante alcanzó a decirle a Francisco.

"Le pedí una bendición para mi madre y la de varios rosarios que me dieron en mi familia. Y me dijo "reza por mí que yo lo hago por vos". Desde que le estreché sus manos, literalmente, uno camina en el aire. Es una sensación buena la que uno siente y sientes ese poder espiritual que Francisco tiene. Gracias a Dios pude estar presente en un evento tan trascendental como fue la canonización de Mama Antula", destacó.