Luis Rodríguez agiganta su figura en Sarmiento y deja el arco más "chiquito"

Sarmiento está muy cerca de conseguir su clasificación a la final por el ascenso al Federal A. Para eso necesita ganarle el domingo a Las Palmas, en condición de local. Y en su estadio, el equipo que dirige Pablo Martel es imbatible: ganó los siete partidos que disputó y ni siquiera le convirtieron. De hecho, en quince partidos de este Torneo Regional Federal Amateur, tiene un solo gol en contra.

Luis Rodríguez, arquero titular del "Profe", es el gran responsable de esta impresionante marca. Sobre sus espaldas acumula 894 minutos con la valla invicta. El chaqueño, de 32 años, agiganta su figura y parece dejar el arco cada vez más chico. Pero él lejos de creérsela, le da mérito a sus compañeros.

"Es muy grato lo que me está pasando y lo estoy disfrutando muchísimo. Pero siempre digo que esto no es solo mío, es de todo el plantel. Es impresionante el grupo que tenemos cómo tira para adelante y esto es gracias a la fortaleza que me dan mis compañeros. En todas las líneas nos complementamos y, cuando podemos sacarla la sacamos", comenzó diciendo el golero, en un mano a mano con EL LIBERAL en el que también salió airoso, como en casi todos los partidos.

"También estamos trabajando muy bien con el profe de arqueros y mis otros compañeros se rompen el lomo para que, el que tenga que atajar, lo haga de la mejor manera. Hoy me está tocando a mí y yo trato de responder y llevar ese punto alto de parte del grupo de arqueros", agregó reconociendo la labor de los que hoy no les toca atajar.

La marca que ostenta Rodríguez es más alta que el récord de muchos clubes argentinos. "Nunca tuve una racha tan larga con la valla invicta. En Fernández (atajó en Independiente) me convirtieron solamente dos goles en todo el torneo. Pero creo que esto es algo más importante, sin desmerecer lo otro. Estoy con más años, más experiencia y más jerarquía y es como que lo estoy viviendo de otra manera ahora", señaló.

Luis sabe que atajar demanda una concentración muy alta, sobre todo cuando le llegan pocas veces, como le pasa en Sarmiento. "Me ha pasado en otros equipos que me llegaban mucho y me convertían. Hoy me toca estar de esta forma y cuando el equipo me necesita, tengo que responder. Eso es lo más importante en un arquero porque por ahí no te llegan en 85 o 90 minutos y en la última tienes que aparecer, como me pasó el domingo en Córdoba con ese cabezazo al final. O de entrada como pasó a los 20 segundos con Villa Cubas. Eso nos exige una concentración quizás mayor a la de un jugador de campo", explicó.

Por estas cosas, se dice que el del arquero es el puesto más ingrato y Rodríguez está de acuerdo en eso. "Antes del partido con Las Palmas estaba hablando con Marcos (Abrahim, arquero suplente) y me preguntaba si me sentía nervioso, pero yo me sentía tranquilo, tal vez más ansioso que otro partido, pero tratando de dar lo mejor siempre. Nosotros trabajamos mucho de la cabeza porque tenemos que estar muy concentrados los 90 a 95 minutos, eso me decía Marcos también. Porque una que te mandas y te la van a recordar todo el tiempo, por eso es un puesto muy ingrato. El jugador de campo quizás tiene más tranquilidad para jugar", reflexionó.

La impronta de "Dibu"

A pesar de la ingratitud de su puesto, Rodríguez siente que en los últimos años el arquero tomó mayor valor. Y en gran parte se lo atribuye al "Dibu" Martínez. "El 'Dibu' ha hecho cosas que por ahí se estaban perdiendo en el fútbol como la viveza. Es un gran arquero, desde que empezó a atajar en la selección lo comencé a seguir un poco más. Los chicos hoy usan su camiseta y eso agranda y fortalece la mentalidad de quien quiere ser arquero. Para mí es un ejemplo porque ha logrado cosas muy importantes además de salir campeón del mundo".

Ese "efecto Dibu" hizo que hoy más chicos quieran atajar. Y se lo dicen cuando le van a pedir una foto a Luis después de cada partido. "Es algo que me genera mucha emoción porque yo cuando era chico, en mi pueblo, veía lo arqueros por la tele y soñaba con ser como ellos. Y hoy ver a los chicos que quieran sacarse una foto conmigo, que quieren ser arqueros y me muestran videos, me da muchas más fuerzas. También te obliga a hacer bien las cosas porque por ahí los chicos te toman como ejemplo y eso es muy importante para mí y para mi carrera", manifestó.

"Comencé jugando de delantero y a los 10 años empecé a atajar, no recuerdo quién fue el que me puso en el arco, pero desde ahí no lo solté más. Primero era delantero y hacía varios goles, pero no sé que hizo que me incline por el arco. Hay momentos, sobre todo cuando no te toca atajar, que me puse a pensar porque no seguí jugando de delantero. Pero hoy veo la recompensa de eso", completó.

Rodríguez ya tiene cuatro ascensos en su carrera y sueña con el quinto, igual que el hincha de Sarmiento. "A la gente le agradecemos porque desde el primer día nos vino a alentar y cada vez vienen más porque la ilusión del ascenso fue creciendo. Ese apoyo también nos fue fortaleciendo y es fundamental", cerró.

La importancia de Martel en su carrea

Rodríguez llegó a nuestra provincia en el 2017, para atajar en Unión Santiago (lo trajo Adrián Gorostidi). Después pasó a Independiente de Fenrández, donde consiguió un ascenso, y luego a Güemes, en donde obtuvo dos ascensos consecutivos. Siempre con Pablo Martel como DT.

"Pablo fue muy importante en mi carrera. Estoy muy agradecido a él y siempre se lo digo. Siempre me dio la oportunidad del lado que me tocaba y traté de no fallarle. Me ha tocado atajar y no atajar, pero siempre lo seguí bancando. Para mí carrera, fue muy importante desde que salí de Chaco. Y eso él lo sabe", contó.

Sobre su adaptación a la provincia, contó: "Con mi señora y nos adaptamos rapidísimo porque Chaco es parecido a Santiago. Gracias a Dios, fui creciendo en lo futbolístico y eso hizo que se nos facilite un poco las cosas. Mi hijo, Emiliano, tiene dos años y nació en Santiago. Mi mamá es de Monte Quemado así que también tengo sangre santiagueña. La Banda es más tranquilo, es como Castelli, mi pueblo de allá de Chaco. Nos adaptamos mejor todavía acá".

El golero se refirió a las supuestas ayudas arbitrales que, se dice, recibe Sarmiento: "Molesta, pero hace que nos fortalezcamos mentalmente. Y no nos va a quitar el sueño de conseguir lo que queremos".