Patricia Bullrich tuvo un voto demorado este domingo

La exministra de Seguridad y precandidata a la presidencia por Juntos por el Cambio Patricia Bullrich votó en el predio que la Sociedad Rural Argentina (SRA), en el barrio de Palermo, en medio de algunos tumultos entre los periodistas y otras personas que aguardaban su turno para sufragar. No fue lo único que tuvo que sortear la referente de Pro, sino que estuvo unos 12 minutos para efectivizar su sufragio para autoridades porteñas.

Primero, la precandidata hizo el voto a nivel nacional, algo que sucedió rápidamente. Pero cuando fue el momento de hacer la votación electrónia para jefe de gobierno porteño, Bullrich requirió, durante largos minutos, la asistencia técnica primero de un hombre, y luego se sumó uno más, para continuar con su proceso electoral. Durante más de 10 minutos, la precandida estuvo intentando emitir su sufragio para autoridades de la Ciudad.

“Con mucha ilusión para el cambio y la votación en la ciudad de Buenos Aires fue un desastre”, dijo apenas terminó el sufragio. “Tuve que votar como siete veces y me cambiaron la máquina porque no funcionaba y tuve que hacerlo nuevamente en una nueva máquina”, agregó Bullrich y habló de una “experiencia negativa”.

“La votación presidencial fue absolutamente tranquila como siempre, pero en la ciudad me falló la máquina. Votaba una lista y terminaba saliéndome otra lista a la que yo no quería votar. Tampoco imprimía la máquina”, detalló la precandidata presidencial que dijo que los técnicos “por supuesto vieron mi voto porque no había otra manera”. “Me parece que los sistemas electorales tiene que tener una madurez, hay que probarlos, trabajarlos para ver si funcionan”, agregó.

Bullrich dijo que lo normal es votar “en tres minutos”. “No voy a opinar de los que violan la veda”, respondió ante denuncias contra el equipo de Martín Lousteau. Ante la consulta de una cronista que le preguntó si coincidía con los dichos del presidente sobre un posible ballotage, la referente de Pro dijo “¿qué presidente?”. “Alberto Fernández”, le dijo la periodista. “Ah”, respondió ella. “Hoy, anticipar lo que va a pasar es imposible”, opinó.