Abogado provoca ruidoso escándalo por falta de mérito para acusado de abusar de su hija en motel Abogado provoca ruidoso escándalo por falta de mérito para acusado de abusar de su hija en motel
La excarcelación de un hombre, acusado de abuso, devino en un escándalo en los tribunales, en cuyo fragor el querellante, y padre, de una estudiante universitaria denunciante, advirtió luego a una jueza que no titubearía en pasar urgente "A la Ley del Talión". Luego, en los pasillos, cargó duro en contra del acusado, novia y familiares.
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El bochorno estalló el miércoles 14 de junio en el Juzgado de Género, a cargo de Norma Morán. Sin embargo, el prólogo sobrevino la noche del 14 de abril en un bar de Roca. Allí, se habrían encontrado la estudiante, de 27 años; su novio, una amiga y luego se les unió el novio de la segunda, al mando de una 4 x 4.
Bebieron, cantaron y fumaron. De madrugada, sendos novios se retiraron y quedaron solos, la estudiante y el propietario de la 4 x 4. En un momento, resolvieron trasladarse a un departamento en Moreno y Formosa.
Los testigos relevaron que fue una madrugada de música y hasta algunos fumaron "porros". Cerca de las 5 de la madrugada, el sujeto de la 4 x 4 se retiró con la estudiante y recalaron en un motel de Antenor álvarez, en el B° Huaico Hondo.
De acuerdo con la estudiante, casi a las 6 de la madrugada se despertó "en una habitación de tamaño mediano, con una cama grande, un diván. Una especie de motel transitorio", según denunció en la Comisaría de la Mujer y Familia N° 16 al día siguiente.
Días después, el sujeto fue apresado, por requerimiento de la fiscal Cecilia Larred e imputado por "abuso sexual gravemente ultrajante".
La batalla decisiva
Arribaron a audiencia de prisión preventiva el 14 de este mes. En su transcurso, la defensa, a cargo de Martín Rojas requirió a la excarcelación y/o falta de mérito de su representado. "Las pruebas son endebles", afirmó. Por el contrario, Fiscalía y querella abogaron por la preventiva.
Al analizar las pruebas y desandar la historia, se supo que la estudiante señaló que se despertó y los dos se encontraban vestidos. "Llevaba, body negro, short claro, botas de cuero negras y campera negra que no la tenía colocada...", habría precisado.
Después de un profundo análisis e intenso duelo verbal, la magistrada habría otorgado falta de mérito al sospechoso e hizo lugar al requerimiento de libertad, bajo duras reglas de conducta: nulo acercamiento a la joven, no abandonar la provincia, monitoreo de las autoridades, cero alcohol y otros elementos.
Rápido y furioso
Los testigos manifestaron que el fallo encolerizó al querellante. "Entonces, impondremos la Ley del Talión", habría bramado, sugiriendo la teoría vengativa del "ojo por ojo, diente por diente".
Morán invitó al letrado, y padre de la denunciante, a no prescindir de su conducta, del respeto, ni las formas. Cerrada la audiencia, afuera el abogado habría insultado a todos los familiares del acusado, quienes esperaban una definición tras casi dos horas de audiencia.
Poco y nada pareció importarle al abogado que su entorno procurara sosegarlo, ya que habría insultado a todos por igual y debieron terciar después los policías para pacificarlo y posibilitar la desconcentración de los unos y los otros, desde el 1° piso de tribunales. El incidente quedó grabado en el sistema interno fílmico y será de vital utilidad para la nueva pelea legal por la denuncia de la novia del acusado.
La magistrada, con custodia policial jueves y viernes
Pese al hermetismo del proceso en su conjunto, se sabe que durante el jueves y viernes la magistrada habría trabajado custodiada por los efectivos policiales que a diario desempeñan sus funciones, en protección al conjunto de funcionarios en general.
Aunque Norma Morán prefirió el silencio total (por prudencia), su entorno deslizó que un policía la acompañó tanto al ingresar, pisos internos, como al retirarse del Palacio de Tribunales.
Empero, nadie arriesgó si formularía denuncia u otro escrito, mucho menos si elevaría las actuaciones al Tribunal de ética del Colegio de Abogados para la apertura de un sumario u otra medida en procura de analizar la conducta del letrado.
Sin embargo, el largo de fin de semana quizá obró cuál "campana salvadora" para los más sensibilizados. Los voceros clarificaron que la actuación del Poder Judicial se basa y rige en claro respeto por las instituciones y jueces y cualquier resolución puede ser apelada, recurrida, hacia una instancia superior. Ergo, los insultos y violencia no tienen cabida.
"Vos pegale una piña que yo le meto una patada"
A las 11 de la mañana, del 14 de junio, el abogado habría trasladado su ira al pasillo del 1° piso de Tribunales. "Vos pegale una piña que yo le meto una patada", habría ordenado a su hijo, refiriéndose como blanco al imputado, quien acababa de recuperar la libertad, tras 45 días preso.
Enardecido no habría escuchado a nadie que intentaba apaciguarlo. "Vos cuidate que voy en contra tuya también., p...", habría advertido e insultado a la amiga de su hija, novia del sujeto al que se atribuye el abuso sexual.
Ello fue denunciado por la joven ante un equipo fiscal después del escándalo, con lo cual el abogado abrió -contra sí mismo- un frente de imprevisibles consecuencias.
Advertencia telefónica
La denunciante reveló que el 15 de abril el abogado la habría llamado por celular y amenazado. "Dame la dirección de (...) Dame la dirección. Vos también tienes hijo, si no quieres que le pase nada", habría dejado en claro y la mujer prefirió no hacerlo.
El 17 de abril dos vecinos habrían descubierto al abogado frente a la casa de la mujer tomando fotografías. "Tengo miedo por mí y mi hijo", habría explicado la denunciante a los instructores, en alusión al abogado.
