Aerolíneas Argentinas echó a la azafata que lanzó una amenaza de bomba: qué decía el telegrama

Aerolíneas Argentinas tomó una drástica decisión en torno a la azafata que semanas atrás lanzó una amenaza de bomba en un vuelo a Miami. La situación provocó pérdidas millonarias para la empresa y generó un revuelo tremendo no solo en la tripulación sino también entre los pasajeros. 

Según trascendió en las últimas horas, la empresa despidió a la trabajadora que se desempeñaba hace más de 24 años y en el telegrama enviado se conoció bajo qué figura lo hicieron:

Las fuentes de la compañía informaron que la justificación del despido consta debidamente en una parte del telegrama enviado a la acusada.

“La empresa ha corroborado con creces su participación directa / indirectamente (involucrando a su hija en ello) en la referida amenaza de bomba, la cual causó severos perjuicios económicos y reputacionales a la empresa, además del mal momento que le hizo pasar a pasajeros y a la tripulación presente (causándole también daños por pérdidas de combinaciones o por las demoras ocasionadas)”, explicaron.

En este sentido, precisaron: “Que todo lo expuesto se ve a todas luces agravado por el hecho de que es una persona con su antigüedad en la empresa (24 años de antigüedad), que fue instructora de vuelo por más de 14 años (entre años 2004 y septiembre del 2018) y claramente conocía todos y cada uno de los protocolos de la empresa correspondientes para el caso de amenaza de bomba (más aún atento que justamente usted instruyó al personal de la empresa sobre los mismos y sobre lo que se debe hacer si cualquier persona -pasajero o parte de la tripulación- menciona la palabra ‘bomba’) y sabía perfectamente los daños que el mensaje de audio enviado le iba a generar a la empresa”.

Por lo tanto, Aerolíneas Argentinas, amparada en la Ley de Contrato de Trabajo (artículo 242 y 243), resolvió que “el despido justificado o con causa, habiendo incurrido en graves violaciones al Código de ética empresarial y a los artículos 62, 63, 84 y 86 de la mencionada Ley de Contrato de Trabajo”.

Amenaza

El hecho ocurrió el pasado 21 de mayo. Daniela Carbone, de 47 años, utilizó el celular de su hija al cual le cambió el chip y envió un audio -con voz distorcionada- a algunos miembros de la tripulación donde aseguraba que había puesto un explosivo en la aeronave que se encontraba todavía en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

Inmediatamente, se activó el protocolo y tras 9 horas, se comprobó que la amenaza era falsa. Al iniciar las investigaciones, Carbone quedó en el ojo de la tormenta por varios motivos, uno de ellos por comprobarse que mantenía una relación amorosa  con uno de los pasajeros que estaba en ese avión.