Devotos transformaron en servicio su gratitud al Señor de los Milagros Devotos transformaron en servicio su gratitud al Señor de los Milagros
Hace muchos años, Marty Leiva comenzó a caminar cada año al santuario del Señor de los Milagros de Mailín. Su gran fe la llevó a pedirle por su salud complicada, salió adelante, no bajó los brazos. Volvieron sus problemas de salud, pero ahora los encara de otra manera, gracias a su enorme devoción.
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Ella y su familia de Fernández, con la que caminó siempre, decidieron trasladar su gran devoción por el Señor de los Milagros de Mailín, en servicio a todos aquellos peregrinos que llevan sus pedidos, sus angustias o su felicidad hacia el santuario.
"Nosotros todos los años venimos y nos instalamos el miércoles en un punto, y el jueves en otro, donde brindamos todo tipo de asistencia a los peregrinos que pasan. Siempre les ofrecemos agua, un lugar donde puedan descansar, frutas, algo para almorzar, desayunas o merendar. Somos familia y nos manejamos con lo que juntamos durante el año de diferentes maneras", relató Marty sobre la acción que desarrollan.
Y ella tiene su experiencia personal, la que la llevó a decidirse por este emprendimiento, con el que se siente muy feliz.
"Yo caminaba para pedirle a Mailín por un cáncer que tuve. Pude salir y esa es mi gran gratitud con el Señor. Ahora volví a tener problemas, pero ya lo afronto de otra manera, con mucha fe y mucha confianza, y esto me ayuda, el servicio nos hace bien a todos", relató.
El grupo llegará hoy a Mailín para la fiesta.