Un empleado municipal asesinó de una puñalada a su concubina, una reconocida maestra jardinera

Otra mujer fue asesinada en sangrientas circunstancias y esta vez, quien alarga la terrible lista de femicidios es Sonia Ibáñez, una maestra jardinera que fue ultimada ayer de un cuchillazo por su concubino, un empleado municipal que luego intentó matarse en un cementerio.

El escenario del horror —que conmociona a la provincia, pero en especial a la comunidad educativa— fue una casa de calle Córdoba del barrio Villa Aurora de la ciudad de Fernández. El crimen ocurrió a las 4.40 de la madrugada. 

Quien descubrió el trágico hecho fue ni más ni menos que el hijo de Sonia: Milton, un adolescente que regresó a su casa y encontró a su padre —Marcelo Silva (45)— en la puerta de la vivienda, empuñando un cuchillo ensangren

tado.

El adolescente preguntó por su madre e intentó entrar a su casa. Su padre se lo impidió. "No entres, tu madre se quiere matar", le gritó por lo que el menor corrió hasta la casa de su abuela materna (ubicada a pocos metros) para pedir ayuda, imaginando lo peor.

Su abuela y su tía, enteradas de lo que Milton había visto no dudaron en correr hasta la casa. Cuando llegaron el asesino huía en una moto. Las mujeres mandaron al menor a la policía para que pidiera ayuda.

Cuando ellas ingresaron encontraron a Sonia tirada en el suelo,  en un charco de sangre con una herida a la altura del corazón. Una ambulancia llegó a la casa y constató que la joven maestra jardinera ya estaba muerta.

Ante el descubrimiento de un nuevo femicidio, la policía local dio intervención a las autoridades judiciales y comenzó un operativo para dar con el asesino. El Dr. Pedro Ibáñez y la Dra. Natalia Saavedra —fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar y la coordinadora de la Unidad Fiscal Banda— llegaron al lugar.

Las autoridades judiciales ordenaron que mientras buscaban al femicida, peritos de Criminalística, de la División Homicidios y Delitos Complejos Banda, iniciaran con los trabajos de rigor.

Cuando la noticia se hizo pública y todos lamentaban la muerte de Sonia, se supo que el  asesino había sido hallado en el cementerio Cristo Redentor —en paraje Pozo Zuni— con una herida de arma blanca en el pecho.

De inmediato fue trasladado al hospital Zonal para ser compensado. A raíz de la gravedad de la lesión se lo llevó al Centro de Salud Banda donde al cierre de la presente edición continuaba internado con pronóstico reservado.

El cadáver de Sonia fue trasladado a la morgue y fue examinado por el forense que constató que tenía una sola herida mortal. Según su cuerpo, Sonia ni siquiera pudo defenderse del ataque. El cuchillazo le provocó la muerte de inmediato. Todos los bienes hallados fueron secuestrados.

Antecedentes: estuvo preso y fue excluido del hogar

Fuentes judiciales cercanas a la causa revelaron que la víctima había realizado denuncias en contra de Silva. La última intervención judicial se dio en agosto del año pasado cuando Sonia denunció a Silva por lesiones. El empleado municipal estuvo tras las rejas quince días y luego fue excarcelado.

La Justicia, a pedido de la Unidad Fiscal de Violencia de Género e Intrafamiliar, ordenó que el asesino fuera excluido del hogar y se lo notificó de una prohibición de acercamiento y de todo tipo de contacto.

Según las averiguaciones el femicida nunca cumplió tales medidas. Un mes más tarde regresó a la vivienda donde residía la víctima con sus hijos, entre ellos una nena discapacitada, y nuevamente se instaló. La víctima tenía un botón antipánico, pero hasta ayer la Justicia ni la policía tenían conocimiento sobre un nuevo pedido de ayuda de Sonia.

Esperó a que regresara a la casa y la atacó por la espalda

Pese al hermetismo en torno a la investigación, se supo que la principal hipótesis es que el ataque fue a "traición". Por la lesión de la joven, por la falta de signos de defensa en su cuerpo; y por cómo hallaron la casa, los investigadores sostienen que Silva tomó por la espalda a la madre de sus hijos, la rodeó con uno de sus brazos y la acuchilló en el pecho.

Según la reconstrucción realizada por los detectives, Sonia había salido de su casa para participar de una reunión con sus compañeros de la secundaria mientras que el femicida decidió quedarse en la casa.

Al parecer, Silva consumió alcohol hasta altas horas de la madrugada y esperó por la llegada de su víctima. La maestra regresó poco después de las 4 y al ingresar a la habitación, mientras estaba de pie fue mortalmente atacada.

Sabiendo que la había asesinado, el femicida salió a la calle. Allí se topó con Milton, su hijo. Cuando el adolescente corrió en busca de ayuda, él se subió a su moto — Zanella ZB 110— y empuñando el arma huyó.

Al parecer dio vueltas antes de llegar al cementerio, donde luego lo halló su padre: René Silva (67). éste también había sido alertado por su nieto de lo sucedido.

Silva padre caminó varios kilómetros de su casa hasta llegar al cementerio: en el nicho familiar encontró a su hijo sangrando, con un cuchillo en la mano; el mismo con el que mató a Sonia. También había una carta escrita de puño y letra; y su moto.

René salió despavorido del lugar a pedir ayuda. Cuando llegó hasta calle Los Castillos —a pocos metros de cementerio— se encontró con una patrulla policial y allí pidió ayuda.