Es hijo de santiagueños, el cajero bancario que fue asesinado a tiros en sucursal I. Casanova del Nación Es hijo de santiagueños, el cajero bancario que fue asesinado a tiros en sucursal I. Casanova del Nación
“El destino me quitó tu vida, hijo. Que en paz descanses”, lamentó el jubilado docente santiagueño Rinaldo Chávez, horas después que tres delincuentes acribillaran a balazos a su único hijo, Mario Germán Chávez Tórrez, de 31 años, cajero de la sucursal del Banco Nación, en Isidro Casanova, Buenos Aires.
También te puede interesar:
La tragedia se precipitó en la calle Roma 3271, en La Matanza, tras la apertura de la entidad y mientras decenas de personas aguardaban ser atendidas.
Según la policía, irrumpieron tres delincuentes, alguno de ellos con el rostro cubierto con medias de mujer. Portaban armas largas y amenazaron a los empleados de atención al público.
Luego, los delincuentes se dirigieron a las cajas y exigieron el dinero. En ese instante, el cajero habría pretendido alejarse y allí uno de los delincuentes lo ejecutó de un balazo.
Los delincuentes se alzaron con alrededor de un millón de pesos y 25 mil dólares. Salieron corriendo, pero en la fuga se tirotearon con un agente de la Policía Federal que estaba en el banco por retirar dinero, y perdieron parte del botín.
Te recomendamos: Mataron a un cajero del Banco Nación en medio de un intento de asalto
Trascendió que uno de los asaltantes resultó herido, pero igual los tres lograron subir a un auto Renault Fluence y huyeron.
El Fluence, que tenía pedido de secuestro por haber sido robado el jueves, fue hallado abandonado minutos más tarde, a cuatro cuadras del banco asaltado.
Raíces santiagueñas
La víctima era hijo de los santiagueños Rinaldo Chávez y Trinidad “Chiquín” Tórrez, quienes provienen del departamento Alberdi.
Crecieron en Santiago y partieron a Buenos Aires hace más de 30 años, donde nació Mario.
Rinaldo fue docente y luego empleado bancario, labor que siguió su hijo.
En Facebook formaba parte de un grupo de especialistas en juegos de peleas, en una comunidad llamada Dojo Puente Alto. Su alias era “khirman”.
Su capacidad para ese mundo virtual lo llevó a estar en las filas del equipo de 11 de Independiente Esports, que disputaba la Liga Argentina del Videojuego FIFA 20. Fanático de Sportivo Morón.
Su muerte shoqueó también a sus tíos maternos, Gloria Tórrez, Carlos Tórrez y a su propia abuela, Raimunda Gerez. Anoche, los santiagueños aguardaban la entrega del cuerpo para tributarle el último adiós en su casa de Ituzaingó.
En el año 2016 celebró los 70 de su padre en Campo Gallo
Cuatro años atrás, Mario Chávez visitó Campo Gallo pues su padre festejaba su cumpleaños 70 en una fiesta que se realizó en el predio de la Sociedad Rural.
Recuerdan familiares y amigos que fue una fiesta hermosa y que el joven regresó maravillado por la música, el asado y las empanadas.
Te recomendamos: VIDEO | Así fue el tiroteo del asalto al banco de Isidro Casanova
También supo viajar con su familia para presenciar el rally Dakar en nuestra provincia. Así como amaba la música y el fútbol, otra debilidad eran los automóviles y las motos.
Anoche resultaba imposible que Rinaldo y “Chiquín” aceptaran o se resignaran a que en un segundo un plomo pulverizara sus sueños.
“Es más, ellos preparaban bolsos porque este viernes (por ayer) iban a viajar a la Costa, con el tío de la víctima, Carlos Tórrez, hermano de “Chiquín”.
No hubo decanso de fin de semana, sino el asesinato del muchacho y un luto que anoche reunía a más de una treintena de santiagueños.
“Fue una balacera, un despelote total”
”Sentí la balacera. Rompieron todo el vidrio blindado, por lo que calculo que eran balas muy gruesas como para romper ese vidrio. Tiraron desde afuera. Fueron más o menos 6 o 7 balazos hasta que tiraron el vidrio abajo”, dijo el testigo Juan Luna.
El jubilado señaló que conocía al cajero. “Era una buena persona. Muy buena. Yo no sabía cómo hacer un trámite y él me lo hacía. A veces atendía al público y otras pagaba en la caja”. Una mujer que pasaba por la puerta del banco dijo que “fue una balacera; un despelote total”.
Otra cliente ahondó: “Yo justo me paré en la vereda y veo que se bajan encapuchados con ametralladoras. Fue una locura”, enfatizó.
