VIDEO | Cinco niños graves por incendio intencional y sed de venganza de vecinos, tornó en caos al B° Belén

Venganza, drogas, furia, fuego y barbarie sintetizaban anoche un infernal hecho en el B° Belén, epicentro de un atentado contra una vivienda, y donde la peor parte la padecieron cinco hermanitos, quemados mientras dormían junto a su padre y que al cierre de la presente edición luchaban por su vida en el Cepsi.

El fuego y la barbarie se focalizaron en una casa ubicada en manzana 13, lote 3, propiedad de Luis Alejandro Torres, de 43 años, padre de cuatro pequeños. También vivía allí, un tío adolescente de los pequeños. Anoche, tres niños estaban muy graves, mientras que el cuarto menor y el adolescente, en Terapia Intermedia.

Pero hubo más afectados. Según la investigación policial a cargo de la fiscal Celia Mussi, las víctimas fueron identificadas como María Torres, de 73 años, madre de Luis y abuela de Gisella Paola Abigail Trejo, de 12 años; Elvira Estefanía Torres, 6; Marcelo Torres, de 10; Jonathan Ismael Torres, 5 y Antonio Ocampo, 14 años, sobrino de Luis Alejandro.

Por donde se la vea, la historia carece de sensatez en la introducción y la trama. “Esto comenzó el domingo a la noche”, relató a EL LIBERAL Luis Lescano, vecino de la familia, quien desde las dos de la madrugada comenzó a apagar el fuego y a socorrer a los menores. Dijo que Benito Torres, hijo mayor de Luis, se acercó a beber con un grupo de vecinos a dos cuadras de su casa. Los otros individuos le exigieron dinero y como Benito no llevaba, los sujetos se enfurecieron. Los vecinos subrayaron que entre varios individuos, agredieron a Benito a trompadas, patadas y machetazos.

Luis terció para salvar a su hijo, pero a cambio se ganó el odio de los sujetos. “Vete a la m... de tu casa o te vamos a prender fuego con tus hijos”, amenazaron, advirtiéndole sus negras intenciones.

Luis anduvo muy preocupado el lunes, reticente a exponer a sus hijos a una banda de delincuentes que sin pudor ni rubor lo amenazó de nuevo a la siesta y a domicilio. “No va a quedar ninguno vivo”, le gritaron desde la puerta de entrada.

Y lo prometido fue cruelmente cumplido. A la 01:50, alguien arrojó nafta en la casa y encendió un fósforo. En segundos, la vivienda se transformó en una hoguera, que los vecinos corrieron presuroso a apagar.

“Saqué a los chiquitos que estaban durmiendo. Lloraban. Estaban casi asfixiados, pobres. Tres tenían muchas quemaduras. También llegó un sereno y rescatamos al resto”, ahondó Lescano.

Los vecinos no vieron a nadie sospechoso, pero todos apuntan hacia varios integrantes de la familia Martínez, ya que uno de ellos comandó los “aprietes” y amenazas previas.

La triste desolación de un padre

Luis Alejandro Torres lloró sus penas ayer tarde a la fiscal Celia Mussi en el Cepsi, agobiado por los dramáticos momentos que vivió.

Conmovida, la funcionaria le garantizó que no descansará hasta dar con todos los autores del incendio.

A metros del padre quebrado por el dolor, tres de sus hijos se encontraban graves; el cuarto y el tío adolescente, en la Unidad de Terapia Intermedia.

El temor de los médicos radica en las quemaduras en brazos, rostro y espaldas. También en los daños en las vías respiratorias y por haber inhalado monóxido de carbono.

Allanamientos

Sin descuidar ningún frente, la fiscal habría requerido a la Justicia diversos allanamientos que serían materializados hoy a la madrugada, trascendió.

Mussi sabe que si les concede “ventaja”, los individuos van a escaparse.