Médico psiquiatra asegura: “Debemos quitarles carga emocional a las fiestas para pasarla de la mejor manera” Médico psiquiatra asegura: “Debemos quitarles carga emocional a las fiestas para pasarla de la mejor manera”
Los días previos a la finalización del año son los momentos en que la mayoría de la gente hace su balance, pero no todos saben manejar la frustración que produce un resultado no positivo, o la imposibilidad de llenar la mesa con todo lo que quisiéramos o hacer los mejores regalos a familiares y amigos.
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Ante ello, el médico psiquiatra, doctor Gastón Noriega, recomienda “quitarles carga emocional a las fiestas para pasarla de la mejor manera”, porque “la vida sigue después del 1 de enero” y se mantienen las expectativas de cumplir metas en la vida.
“El tema de fin de año trae aparejado balances y conclusiones que muchas veces no son favorables. Se toma el fin de un año como el final de la vida, hay una idea de que ya no vamos a temer oportunidad el 1 de enero del año siguiente de cumplir con algo; se piensa que si no se ha logrado algo de lo que se ha planteado, se ha fracasado, no se ha cumplido con las expectativas y en realidad esto no es así. La vida sigue después del 1 de enero”, sostuvo el profesional en diálogo con EL LIBERAL.
Analizó que otra cosa que sucede es que uno le pone mucha carga emocional a estas fiestas, y piensa “cuáles serían las fiestas ideales, lo que nunca se da”.
“Subir las expectativas respecto de lo que tiene que pasar o lo que uno tiene que alcanzar durante las fiestas, no hace más que cargarnos de tensión, de ansiedad, de preocupación, y a veces de tristeza”, sostuvo.
Qué no hacer
Reiteró que no se debe poner demasiada carga emocional estos días, para poder pasarla bien.
“Uno piensa lo que debería tener; lo que debería hacer; el lugar dónde debería estar o el regalo que debería comprar para poder demostrar el afecto o el amor que se tiene por los familiares, y de repente, sobre todo en este contexto de crisis económica, las expectativas no se cumplen y ahí vienen la ansiedad y la tristeza. Uno se sobrecarga al pensar que la fiesta tiene que ser perfecta, que todo tiene que salir bien, y en realidad se la pasa mejor cuando la fiesta se organiza de manera más espontánea, menos estructurada, con menos expectativas”, explicó.
Otra carga emotiva, según Noriega, es la ausencia de seres queridos en la mesa de fin de año, lo cual suma melancolía porque cuando empiezan a faltar algunos miembros de la familia, la persona se siente triste.
Las ausencias
“Que los familiares vayan falleciendo y que no estén presentes, es una cuestión natural, pero uno lo toma como si fuera el único desdichado por no tener a un miembro que antes ha pasado con nosotros las fiestas”, analizó el doctor Noriega.
Además, añadió: “Algunos piensan que si la gente no se queda hasta muy tarde, la fiesta no ha estado linda, pero en realidad, cada uno tiene sus tiempos, tiene sus momentos, y lo importante es que cada uno pase como lo siente, y no se obligue a sentir ni a hacer demasiado”.
“Hay que equiparar las expectativas a lo posible”
“Uno para ser feliz tiene que equiparar las expectativas a una realidad posible. Ahora, por todos lados nos venden autos, regalos caros, que parece ser que si no los tenemos vamos a ser infelices, y eso no es real. Uno debe tratar de detectar eso porque inconscientemente piensa que es así.
Cuando la propaganda nos convence pensamos que si no vamos de vacaciones a ese sitio paradisíaco, no son vacaciones, y se debe conformar con mucho menos, cuando uno lo puede pasar mucho mejor estando tranquilo, contento, bien acompañado y con una actitud positiva respecto de lo que va a hacer.
Lo mismo pasa con las fiestas, hay que tratar de hacer lo que nos hace sentir bien, con lo que tenemos y podemos”, explicó el doctor Noriega. l