Alerta por el aumento de casos de cáncer de piel en pacientes de alrededor de 40 años

Con la llegada de la época de mayor exposición al sol, el calor y la humedad, las autoridades y los especialistas, acentuaron las campañas de prevención del cáncer de piel, básicamente ante un dato estadístico que disparó las alarmas, y que es el crecimiento de los caso en personas de alrededor de 40 años, cuando históricamente ha sido más común en adultos mayores de 50 años.

El cáncer de piel es una de las enfermedades oncológicas más frecuentes, que se ha convertido en una de las principales preocupaciones para los especialistas en salud pública, y frente a que los casos continúan en aumento, tanto a nivel global como entre poblaciones más jóvenes, se han intensificado las campañas de concientización y prevención para avanzar en el conocimiento sobre los factores de riesgo y las medidas que pueden salvar vidas.

Según las últimas cifras dadas a conocer por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se diagnosticaron más de 1.5 millones de nuevos casos de cáncer de piel en todo el mundo, con cerca de 60.000 muertes atribuidas a esta patología.

A esto se sumó que la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) ha alertado sobre un aumento preocupante de casos en pacientes de alrededor de 40 años.

Este fenómeno ha encendido alarmas en la comunidad médica, ya que la exposición prolongada al sol y las prácticas de cuidado inadecuadas durante la juventud parecen estar teniendo efectos más tempranos de lo que se pensaba.

Especialistas locales, se hicieron eco de la campaña que lleva adelante la Sociedad Argentina de Dermatología, y explicaron que el cáncer de piel, que se desarrolla a partir del crecimiento anormal de las células cutáneas, puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluidas áreas que normalmente no están expuestas al sol.

Los tres tipos principales de esta enfermedad son el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. De ellos, el melanoma es el más peligroso, responsable de la mayoría de las muertes debido a su alta capacidad de diseminación a otras partes del cuerpo, incluidos los órganos vitales.

Uno de los avances más importantes en la lucha contra el cáncer de piel es el creciente entendimiento de que la mayoría de los casos pueden prevenirse mediante la adopción de conductas responsables.

La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es el principal factor de riesgo y, afortunadamente, también el más fácil de controlar. Tanto la radiación solar directa como el uso de camas solares contribuyen al desarrollo de tumores en la piel.

La SAD subraya que las personas con piel clara, ojos claros y un historial de quemaduras solares son más susceptibles al cáncer de piel, pero cualquier persona puede desarrollar la enfermedad.

Desde el organismo nacional, hacen hincapié en que el diagnóstico temprano del cáncer de piel se ha convertido en un avance crucial, y que las consultas periódicas con un dermatólogo, sumado a la autoevaluación frecuente de la piel, pueden representar una diferencia significativa en el pronóstico de esta enfermedad.

En este punto, mencionaron que la regla del ABCDE, que se emplea para identificar posibles melanomas, sigue siendo una herramienta eficaz para detectar cambios sospechosos en los lunares.

Esta técnica ayuda a identificar A: asimetría, B: bordes irregulares, C: color irregular, D: diámetro mayor a 6 mm, pero para mí el principal debe ser el E: Evolución.

La detección temprana es fundamental. En los casos más avanzados, donde la enfermedad se ha diseminado, el pronóstico es más complicado.

Los síntomas del cáncer de piel incluyen:

* Un bulto firme en la piel, llamado nódulo. Puede ser del mismo color que la piel o tener un aspecto diferente. De aspecto rosado, rojo, negro o marrón, según la piel.

* Una llaga plana con una costra escamosa.

* Una nueva llaga o zona elevada sobre una antigua cicatriz o llaga.

* Una mancha áspera y escamosa en el labio que puede convertirse en una llaga abierta.

* Una llaga o mancha áspera en el interior de la boca.

* Una mancha elevada o úlcera verrugosa en el ano o en los genitales.