Confirman 11 años de prisión para el homicida de Mariano “Cascini” Rodríguez

Un tribunal de alzada confirmó la condena de 11 años de prisión en contra de Roberto Raúl Chávez por el asesinato de Mariano Gabriel “Cascini”’ Rodríguez, ultimado el 2 de julio del 2016 en el B° Villa del Carmen, Sector 450 Viviendas.

El joven tenía 19 años y recibió un disparo de escopeta en el ojo derecho y cayó desplomado. El verdugo resultó su propio amigo y compañero de copas, quien después se deshizo del cuerpo. Lo arrastró 70 metros y lo abandonó en una zona montuosa.

En el juicio oral (abril de 2019) el querellante Javier Leiva subrayó que la tragedia de “Cascini” conllevaba mucho de mentira, alcohol, odio y furia “tumbera”.

Atribuyó al único detenido, Roberto Raúl Chávez, haber obrado a traición, ya que ejecutó al propio amigo mientras bebían en una casa, con otro joven.

Pese a que su versión siempre fue resistida por la querella, al declarar Chávez señaló que quedó solo con “Cascini”. Empezó a jugar con la escopeta, ignorando que estaba cargada. Quiso remontarla, resbaló y detonó sin intención. El disparo mató a “Cascini” al instante. Después, añadió que se puso nervioso y arrastró el cuerpo al monte intentando desprenderse de la prueba. Regresó a su casa y no le dijo nada a su pareja.

Al día siguiente fue hallado el cuerpo y rápido la policía llegó a Chávez.

Contra su versión, la familia de “Cascini” juzgó que se trató de un tiro intencional y que hubo alevosía, aunque en diferentes etapas primó la figura de homicidio simple por la que fue condenado por los vocales élida Suárez de Bravo (presidente), Julio Carmelo Vidal y Luis Eduardo Achával.

“Yo te tendría que matar”, la advertencia de Chávez

“Yo te tendría que matar”, le habría señalado Chávez a “Cascini”, mientras manipulaba la escopeta.

Ello fue señalado por uno de los hombres que compartieron el alcohol con la víctima y el victimario.

Añadió: “Llegó la víctima con el “morochito” (otro amigo) que había ido a comprar vino y Chávez se puso eufórico y le decía a la víctima: ¿Ves lo que te pasa por ir a tomar a otro lado?”.

Temeroso, “Cascini” le habría señalado que ya está y que se tranquilizara.

Lejos de apaciguarse, Chávez siguió provocándolo y poniéndole la escopeta en la cara.

Para los expertos, el caño del arma estaba a escasos 50 centímetros y un metro de la cara de la víctima.

“Chávez debía saber que si gatillaba estando en esta dirección, y a escasa distancia, el resultado lógico podía ser la muerte de la persona”, juzgó el tribunal de alzada, doctores, Raúl Romero, Gloria Cárdenas y Olga Gay de Castellanos.