“No tuve intención de matar”, dijo el mecánico Disanto, pero seguirá preso por homicidio en su taller “No tuve intención de matar”, dijo el mecánico Disanto, pero seguirá preso por homicidio en su taller
La Justicia extendió ayer la detención del mecánico acusado de golpear y ultimar a un individuo cuando lo sorprendió desvalijando su taller, tragedia de la que se defendió señalando: “Todo estaba casi oscuro y no tuve intención de matar”
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Se trata de Matías Facundo Disanto, de 27 años, casado y padre de un bebé, con residencia en el B° Jardín.
La fiscal Lorena Nieva lo imputó por presunto ‘homicidio simple’, reprimido con penas mínimas y máximas de 8 y 25 años de cárcel, respectivamente.
La persona fallecida resultó Daniel Victorio Cisneros, cuyos resultados preliminares de la autopsia indicarían que la muerte sobrevino por golpes en el cráneo.
Según la incipiente investigación, Disanto reside en un mismo predio que incluye la casa de su madre, quien vive con un hermano del mecánico.
El suceso
Ante el juez de Control y Garantías, Rodolfo Améstegui, Mariana Lescano reveló que a las 4.30 Disanto sorprendió a Cisneros sustrayéndole herramientas dentro de su taller.
El extraño lo habría atacado con una maza y Disanto respondió con una llave tubular, golpeándolo en la cabeza.
En minutos, sobrevino la muerte de Cisneros y el propio Disanto informó a la policía y ahora enfrenta un proceso con una pena máxima de hasta 25 años de cárcel.
Indagatoria
Al declarar ante la fiscal, el miércoles Disanto manifestó: “No he tenido intención de matar”.
Señaló que despertó sobresaltado por los ladridos de su perra, quien permanecía atada junto al taller.
Habría indicado que los minutos previos fueron de pura confusión. Su madre y un tío vieron a “alguien” trasladando cosas, desde el taller hacia la calle.
Disanto reaccionó por los ladridos. Fue a ver qué pasaba y encontró oculto al desconocido, quien lo atacó con una maza y él se defendió con una llave tubular.
Desde el peor de los escenarios, a la morigeración
El juez Rodolfo Améstegui dio luz verde a la solicitud fiscal: Disanto seguirá preso, en principio hasta el 2 de enero.
Por prudencia, Chavarría se regirá con los tiempos de la Fiscalía, pero es casi seguro que requerirá audiencia antes del año próximo.
Aunque el letrado no dejó entrever su estrategia, trascendió que apostará fuerte a una muerte en “legítima”, o a lo sumo un “exceso en legítima defensa”.
Claro que para arribar a esa certeza, en el medio deben efectuarse pericias, testimoniales, indagatoria, autopsia, tareas carentes aún de una conclusión.
La defensa interpretaría que Disanto es un hombre común, de trabajo, que de víctima pasó a victimario, sin desearlo y aún no procesarlo.
Cisneros irrumpió en su propiedad y se “topó” con Disanto.
El primero quiso golpearlo para huir, pero lanzó un mazazo que no dio en el blanco por mera fortuna.
Disanto, aterrado, tomó lo que encontró a mano y lo descargó con fatídica intensidad.
Cisneros “acopió” herramientas afuera
Cisneros fue hallado muerto en el taller de Disanto, pero afuera del predio la policía incautó herramientas del mecánico.
Al parecer, durante varios minutos Cisneros “acopió” herramientas, moviéndose en la oscuridad por frente de la casa de Disanto y su madre.
El ladrido de la perra fue la que puso en alerta a las dos familias, aunque la realidad recién se precipitó, cuando Disanto esquivó el golpe de Cisneros dentro de su taller.
Ahora, las partes batallarán en pos establecer si Disanto quiso asesinar a Cisneros, o bien su muerte fue resultado de la tensión, el susto, y el simple propósito de defenderse.l
