La verdadera paz brota del corazón de Dios y se transmite al corazón del hombre
A l acercarse la Navidad nos inclinamos para contemplar al Niño de Belén, el Hijo de Dios eterno, y que amado en el regazo maternal de su Madre, la Virgen de Nazareth, viene a nosotros esperando ser recibido con amor y fraternidad.En este tiempo privilegiado reflexionamos en el sentido auténtico de la Navidad como un