Santiago integraba red de tráfico de fauna silvestre, desbaratada por la policía Federal con 15 detenidos
La mafia silvestre tenía como destino Capital Federal y hasta países vecinos. Las aves fueron liberadas por los investigadores.
Quince detenidos y el rescate de más de 1.000 especies era el resultado provisorio anoche tras desbaratarse una red de tráfico de fauna silvestre montado en 4 provincias: Santiago del Estero, Entre Ríos, Tucumán y Buenos Aires.
Las redadas fueron ejecutadas por el Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina. Las especies rescatadas fueron en especial aves, como el cardenal amarillo casi extinto, tortugas, víboras e iguanas cautivas en un estado deplorable y de abandono en jaulas diminutas.
Los allanamientos fueron realizados en Santiago del Estero, Tucumán, Entre Ríos, Gran Buenos Aires y Capital Federal, lugares estos que se destinaban a la recepción de estas especies producto de su caza furtiva, el cautiverio, procreación y posterior distribución para su venta ilícita en ésta y provincias del interior del país y exterior. Asimismo, se secuestraron armas largas y cortas; elementos de arte para la caza, pieles de felinos y taxidermia, producto también de la caza furtiva.
La investigación arrancó en el 2021, tras una denuncia de venta irregular de animales exóticos, en la que tomó intervención la Unidad Fiscal en Materia Ambiental (Ufima), a cargo del Dr. Ramiro González, Secretaría a cargo del Dr. Alejandro Campañoli.
El caso fue derivado al Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 2 de Lomas de Zamora, a cargo del Dr. Ernesto Kreplak, Secretaría Nº 2 del Dr. Nicolás E. García Lira. Estos encomendaron a la Federal escuchas telefónicas y seguimientos, estableciéndose la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de especies protegidas, entre las que se destacaban el cardenal amarillo, en eminente peligro de extinción, tortugas y reptiles con un alto valor en el mercado negro.
La red criminal poseía una cadena de comercialización interjurisdiccional. Los animales eran capturados en las zonas de montes y bosques de Tucumán, Santiago del Estero y Entre Ríos. Después, eran transportados y acopiados en cautiverio en domicilios particulares y comercios de "Pet Shop".
Luego entraba en juego la logística, entre vehículos particulares, micros y camiones. Los equipajes y cargas eran camuflados para no ser detectados en controles. En el medio, se registraban hechos de maltrato y crueldad animal que en muchos casos terminaba con la muerte de innumerables especies, llegando a sobrevivir un 30% de los animales transportados. Motivos: falta de agua, comida y condiciones paupérrimas de traslados.
Los principales operadores eran Santiago, Entre Ríos y Tucumán, hallándose en Buenos Aires una familia que se dedicaba a la venta a través de redes sociales, concordando las entregas cerca de los domicilios en que se manejaban impunemente.
Seis allanamientos en La Banda y ciudad Capital
Los Federales allanaron 17 inmuebles utilizados para el acopio y cautiverio de especies. Fueron secuestrados, celulares, computadoras y documentación relacionada con los delitos de Tráfico de Fauna Silvestre (Ley 22.421), detectando asimismo el Maltrato Animal (Ley 14.346) debido a la crueldad de estas personas con las especies halladas.
Había aves en estado calamitoso, desplumadas, sin agua, con garrapatas y en diminutas jaulas, así como también gran cantidad de especies muertas, producto de ello. Asimismo se secuestró armas de fuego largas y cortas, pieles de felinos y detenidos los identificados.
Los allanamientos se realizaron en seis casas de La Banda y capital de Santiago del Estero; un domicilio en Tucumán; otro en Paraná, Entre Ríos, ocho en Lanús Este, Isidro Casanova, Merlo y Mariano Acosta del Conurbano Bonaerense y otro en Buenos Aires.