PRÁCTICAS ABERRANTES

Grave denuncia en contra de un empresario bandeño: su sobrina lo acusa de violación a los 10 años

La mujer reveló que a los 10 fue vejada. "Me llevaba a un baño, o a una pieza. Me abusaba hasta con un masajeador y obligaba a que le haga sexo oral".

Dos décadas después de la pesadilla, una mujer de La Banda denunció a su tío, un poderoso empresario del medio, acusándolo de haberla abusado y sometido a aberrantes prácticas cuando tenía sólo 10 años. Dijo que la forzó en ese entonces a practicarle sexo oral y a ver revistas pornográficas, perversión que intentó extender en la actualidad.

Con el patrocinio de los abogados Melissa y Mirko Slamich, la denunciante acudió ante la Unidad Fiscal de La Banda y desnudó más de 20 años tortuosos que la empujaron a buscar respaldo psicológico.

Al desandar su historia, señaló que el horror comenzó a los 10 años, en el verano de 1997. Ella quedaba al cuidado de una abuela, madre del hoy empresario, con dos hermanitas menores.

Sus padres tenían ocupaciones laborales. El hombre trabajaba y estudiaba. Su esposa, ama de casa, debía desdoblarse para atender los quehaceres del hogar y colaborar con su madre en un emprendimiento laboral familiar.

Mientras madre e hija recorrían las calles de La Banda para subsistir, el individuo entretenía a las dos primas pequeñas con juguetes. Logrado ese cometido, llevaba a la víctima al baño, o a una habitación que se encontraba en el patio de la casa.

Allí, la manoseaba en sus genitales, clarificó la denunciante. "Me dolía mucho, pero igual no le importaba. Después, me obligaba a hacerle sexo oral, a lo sumo recuerdo tres veces", ahondó la damnificada en la presentación judicial realizada.

En 1era persona

"Me apoyaba con fuerza (en sus genitales) un masajeador cervical. Yo le decía que me dolía y a la vez me hacía cosquillas", profundizó.

Un tanto desolada y quizá quebrada, pero digna en su dolor, la mujer recordó otro capítulo de aquellos años aciagos. "En esas oportunidades me obligaba a ver revistas pornográficas que estaban debajo de la cama de mi abuela y en un mueble que se encontraban en la habitación del patio".

Una vez satisfechos sus bajos instintos, el tío se esmeraba en mantener callada a la niña. "Después de cada episodio me decía que no debía contarle a nadie, especialmente a mi papá y a mi mamá, porque él iba a decir que no era cierto y que yo mentía", subrayó. "Siempre le he dicho que no, que no quería, y tenía miedo por mis hermanas que eran menores que yo", acotó.

"Yo me quedaba paralizada y me daba mucha vergüenza y miedo de contar lo que él me hacía; ya que tenía miedo de que me retaran o que me culparan de que había hecho algo malo. Que me pegaran".

Judicializada la odisea, futuro incierto para el sujeto

La víctima no regresó más a la casa de su abuela. Como pudo, se repuso de aquella odisea sexual. Y con los años, contrajo matrimonio y hoy es mamá.

Un año y medio atrás, el hoy empresario habría comenzado a enviarle videos pornográficos al teléfono celular de la denunciante. "En total, habrán sido como 15 videos. Cesaron cuando le comenté a mi madre el episodio y ella le reclamó a él", manifestó.

El acusado es hermano de la mamá de la denunciante y con una fuerte injerencia en el núcleo familiar, ya que acostumbraría dar trabajo a sus parientes, se supo.

Asesorada por los letrados, la mujer resolvió trasladarse a los tribunales bandeños. Y la denuncia ingresó al sistema operativo judicial este lunes.

"Abuso sexual con acceso carnal agravado por la calidad de guardador", son las figuras enrostradas por Melissa y Mirko Slamich.

Ahora, la Fiscalía tiene en sus manos la historia de la denunciante y el futuro inmediato del empresario, quien también ya tiene su familia, con pareja e hijos.


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