Dr. Franco Giannoni: “Los terapistas estamos trabajando al límite del estrés y el agotamiento físico y emocional”
El profesional lamentó la situación producto de la pandemia de coronavirus, por los pacientes que se pierden y por los colegas caídos en esta dura batalla. Imploró por una mayor responsabilidad de la sociedad.
''Hace un año que estamos viviendo bajo un gran estrés emocional, y al límite del agotamiento tanto físico como emocional'', afirmó el doctor Franco Giannoni, coordinador de la terapia intensiva del Hospital Regional ''Dr. Ramón Carrillo'', al brindar un panorama del momento por el que atraviesa la comunidad médica a raíz de la pandemia de coronavirus.
Dijo que el cuadro emocional de los médicos está motivado tanto por las horas que deben permanecer en sus puestos de trabajo, como la impotencia que les genera ver morir a sus pacientes, y cómo caen sus colegas, aquellos con quienes compartieron tantas horas de lucha.
''Además del trabajo, en el que debemos estar concentrados al ciento por ciento los siete días de la semana, nos pesa la preocupación de no saber si podremos llevar el virus a nuestras casas y afectar a nuestras familias. Es durísimo el momento que está viviendo la comunidad médica'', acentuó.
Apeló a la responsabilidad de la sociedad para que adopte todos los cuidados necesarios a fin de evitar los contagios, ya que ''la mayoría desconoce lo que es estar con un familiar internado en terapia intensiva, al que no pueden ver, que pasan mucho tiempo internados y tal vez no vuelvan a verlo vivo''.
''Es una experiencia desgarradora por la que vemos pasar a la gente, y nosotros la sufrimos tanto como ellos. No es para nada grato tener que avisarle a una persona que se murió su madre, su padre o su hijo, y muchas veces lo hemos hecho hasta por teléfono. Esas cosas generan en nosotros una situación emocional muy difícil de sobrellevar'', ahondó Giannoni.
El profesional dio gracias que, ''aunque muchas veces ni nos acordemos de cómo vinimos vestidos al hospital, por los constantes cambios de equipamiento'', por suerte ''aún mantenemos la objetividad y el criterio como para no cometer errores, que en estos casos son fatales''.
El estado por el que atraviesan los médicos terapistas es constante, ya que durante todos los días de la semana salen de un centro y entran en otro, y en todos los casos atendiendo pacientes con Covid.
''Frente a esta pandemia, los médicos terapistas hemos tenido que coordinar protocolos nuevos de actuación, e incluso muchos médicos que no son terapistas han aprendido a tratar a los pacientes complejos. El Covid tiene parámetros respiratorios distintos, son muchos días del paciente internado con respirador, y eso acarrea muchas complicaciones. No se aprende en una semana a manejar un respirador'', graficó.
El complejo manejo de los respiradores
En lo que tiene que ver con el trabajo de los terapistas, Giannoni explicó que una de las funciones vitales es el manejo de los respiradores con el que se asiste a los pacientes.
“A manejar un respirador no se aprende en una semana o quince días. Lleva años de formación, y los médicos terapistas estamos muchos años trabajando en esto. Indicar el respirador mecánico a una persona, es como indicar un medicamento. Un error en la indicación de un medicamento, puede llevar a la muerte, y manejar mal un respirador es tan peligroso como indicar mal un remedio”, precisó.
Explicó que a todas las personas no se les administra el respirador de la misma manera, porque “según el paciente, se aplican distintos volúmenes de aire, distintas presiones, nada es estándar, y cada paciente es distinto, y se trabaja con 18 pacientes ventilados, entre ellos muchos jóvenes, y también en cuidados intermedios, en diez camas, están todos ventilados, tenemos todas las camas ocupadas, y los coordinadores tenemos que estar atentos y esperando sacar el respirador a una persona, para colocárselo a otra”, precisó.
“Por suerte contamos con respiradores y con todos los insumos necesarios que nos proveen las autoridades, gracias a Dios en ese sentido no tenemos problemas”, concluyó.
La angustia de contagiar a colegas y a las familias
''Se trabaja con mucha angustia por el riesgo de contagiarnos entre nosotros, de transmitir esto a nuestros colegas, porque ya vamos perdiendo a 18 en esta pandemia, entre ellos personas muy queridas, colegas muy respetados y de gran trayectoria'', dijo Giannoni.
Ese mismo temor aseguró que lo viven con sus seres queridos, por el riesgo de que pudieran contagiarlos, ''en el afán de trabajar constantemente con pacientes Covid positivo''.
''Pero esto no nos achica, nos da mas fuerzas para seguir adelante. Ese temor y esa angustia de que nos pase algo, lo transformamos en nuestro combustible'', reflexionó.
El profesional destacó el trabajo del equipo de kinesiología.
En el servicio se dan situaciones emocionantes y satisfactorias, pero no tienen un espacio para disfrutarlas
Sin dudas que cada persona que es dada de alta del servicio representa un triunfo, una situación emotiva y gratificante para los médicos, pero no tienen el espacio necesario como para poder disfrutarlo, ya que cuando se desocupa una cama, ya están con la cabeza puesta en el próximo paciente.
En este sentido, Giannoni contó que hace unos días, fue dada de alta una mujer de un paraje del interior de la provincia, que había ingresado al servicio con Covid-19 y un embarazo avanzado.
''Tuvimos que practicarle una cesárea y extraerle al bebé antes de que el embarazo llegara a término, por lo que fue internado en la neo, con respirador. La mamá, al descomprimirse el tórax, pudo respirar mejor, y pese a que estaba intubada, pudo recuperarse y los dos recibieron el alta'', contó.
Lamentó que, ''por la urgencia y el vértigo con el que se trabaja, ni siquiera pudimos compartir ese momento con la mamá. Ella nos quería agradecer, pero ya debíamos ocuparnos del resto de los internados''.
''La historia de esta mujer fue muy fuerte, porque vive en un paraje lejano, y su marido también se contagió, pero debió quedarse con sus otros tres hijos chicos. Estuvo en cama boca abajo para poder respirar, y no sabemos cómo está. Dios quiera que estén todos bien'', concluyó el profesional.