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Con una oración interreligiosa, pidieron por la paz en Medio Oriente

Participaron representantes de las iglesias católica, ortodoxa, evangélica y de la comunidad judía de Santiago del Estero.

Con una oración ecuménica realizada en plaza Libertad, representantes de los diversos credos de Santiago del Estero rezaron por la paz en Medio Oriente. Al pie del Olivo de la Paz que plantaron hace tiempo también representantes de varias religiones, estuvieron el padre Sergio Gordillo (de la Iglesia Católica), Gregorio Makantassis (Iglesia Ortodoxa), Antonio Zaiek (Iglesia Evangélica del Centro) y Elena Bumaguin (representante de la comunidad judía en Santiago del Ester), quien realizó la invocación religiosa.

“Mucho se habla de temas que nos preocupan como ser de violencia, de dignidad, de adicciones, de guerras, de carencias, de dolor, de faltas, de ausencia, de desencuentro, pero también está el pedido y ruego de paz”, destacó Bumaguin.

“Cuando miramos a nuestro alrededor y vemos la difícil realidad que nos rodea, sabemos que, muchas veces surge una pregunta, dilemática y controversial. ¿Y dónde está Dios? ¿Dónde está y por qué permite que todo esto suceda?”, remarcó.

Bumaguin resaltó: “No es fácil responder. Una de las respuestas preferidas por muchos estudiosos es: Dios está allí donde lo dejan entrar. El problema es, que a pesar de que podamos tener esta intención, a pesar de que le abramos la puerta, a veces pareciera insuficiente. Como si esa intención, esa fe, ese anhelo, no alcanzaran para solucionar los problemas de la compleja realidad en la que vivimos”.

“Y como consecuencia, solemos enojarnos, sentirnos abandonados, nos alejamos de nuestra fe e incluso de los valores más primarios que necesitamos para convivir en sociedad. Reaccionamos enfrentándonos. Pero si esa respuesta no alcanza para responder a nuestra pregunta, tal vez lo que debamos cuestionar y cambiar, no es la respuesta, sino la pregunta misma”, especificó.

“Deberíamos mirarnos los unos a los otros y preguntarnos ¿Y dónde están los hombres?”

“Deberíamos mirarnos los unos a los otros y preguntarnos ¿Y dónde están los hombres?”

En su invocación, Elena Bumaguin remarcó: “En vez de mirar al cielo y preguntarnos dónde está Dios, deberíamos mirarnos los unos a los otros y preguntarnos ¿Y dónde están los hombres? Mirar hacia nuestro interior y preguntarnos, ¿y dónde estoy yo, y qué estoy haciendo para mejorar nuestra existencia? En hebreo decimos Letaken haolam, que significa, arreglar el mundo, mejorarlo. Es un mandato fundacional, que implica asumir plena responsabilidad sobre lo que sucede en el mundo”.

“No nos ha tocado vivir épocas proféticas, en donde todavía las enseñanzas eran proclamadas y entregadas, llamando a la reflexión, a la compasión, al orden, al amor al prójimo. Nosotros nacimos en un momento posterior a ese legado, en donde somos guardianes obligados, centinelas de un mensaje que nos dice: la misión de los hombres es mejorar el mundo. Y por eso, no debemos cuestionarlo a Él, sino a nosotros mismos y a nuestras acciones. Nosotros somos los responsables. Y para mejorar el mundo, para cumplir ese mandato, debemos comenzar por mejorarnos a nosotros mismos”. Bumaguin concluyó, pronunciándolo en hebreo, con un pedido de paz para todos: “Aisalam liliajem. Shalom le culam etselen mulenjemian”.


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