De qué se trata la inducción del parto y cómo se la aplica
Por el Dr. Néstor Chocolani.
Por Sonia De Marco
De la Redacción de EL LIBERAL
El profesor Adjunto de la Cátedra de Clínica Obstétrica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, Dr. Néstor Cioccolani, en diálogo con EL LIBERAL, explicó, en primera medida, de qué se trata la inducción del parto, y argumentó sobre sus indicaciones y contraindicaciones.
“La inducción del parto es el procedimiento por el cual los obstetras generan en los pacientes contracciones uterinas que lleven a generar una dilatación cervical. Existen distintos métodos de inducción, entre los que se encuentran el mecánico y otros que pueden ser a través de drogas”, expresó, al dar paso a los detalles.
“Los mecánicos son los que habitualmente necesitamos en sala de parto, como en el caso del decolamiento o despegamiento de las membranas amniocoriales, que es una maniobra que se realiza a través del tacto vaginal, que se la denomina maniobra de Hamilton; y la otra, es en aquellos pacientes que tienen dilatación cervical en la que nosotros podemos producir una rotura o rasgadura de membrana para que la cabecita fetal apoye en el cuello y lo dilate. Esos son los métodos mecánicos. Y los métodos por drogas se realizan con la prostaglandina, que son de uso cotidiano en la sala de parto y en la sociedad se la conoce”, explicó Cioccolani.
Cuáles son las indicaciones
Existen tres principales indicaciones que pueden ser consideradas para la decisión de una inducción del parto: las obstétricas, las maternas y las fetales.
“Se aplica la indicación obstétrica, por ejemplo en un embarazo cronológicamente prolongado, cuando existe rotura prematura de membranas para evitar que la paciente genere una infección. Otra inducción indeclinable es a causa de la coliomelitis, o sea, un embarazo con proceso infeccioso”, detalló el docente.
Y agregó: “En el caso de las indicaciones fetales, se practica en mamás RH Negativas o en el caso de restricción del crecimiento intrauterino, siempre y cuando lo tolere al trabajo del parto, se realiza una inducción. También se lo indica en el caso de un feto muerto. Y dentro de las patologías maternas, estarían en caso de hipertensión gestacional, la diabetes gestacional, o que la madre curse alguna cardiopatía que pueda ser llevada a un parto”.
Una inducción al parto en el momento inadecuado puede traer consecuencias fatales
El respeto por la vida por nacer debe ser brindado tanto por los profesionales de la salud como por la propia madre y familiares.
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“Las inducciones pueden traer consecuencias fetales como un sufrimiento fetal intrauterino. Nosotros, actualmente hablamos de alteración en la vitalidad fetal, lo que generaría que el bebé tenga bradicardia fetales y tenga al momento de nacer alguna complicación neonatal. Aparte de eso, el bebé puede producir líquido meconial por la misma hipoxia que generaría la falta de oxígeno”, advirtió el profesor Adjunto de la Cátedra de Clínica Obstétrica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.
Y sobre la madre, “la principal complicación es el estado de hiperdinamia. Normalmente cuando se induce a la paciente se estima un control de unas contracciones uterinas, el cual debe arrojar valores adecuados. Pero si se pasan los valores, se genera la complicación. El otro es el hipertono, que es cuando el tono uterino se pone muy intenso, muy marcado y por ende pone en riesgo la oxigenación fetal”.
“Los riesgos en las inducciones son muy controlados. Cuando un médico decide una inducción, hay un equipo por detrás que monitorea y controla constantemente, no es algo al azar. Se necesita siempre la presencia médica para evitar complicaciones, y obviamente así se evitan las muertes”, cerró el Dr. Cioccolani.