Atraparon al hombre que mató a martillazos a su esposa: pasó seis días escondido en matorrales
El femicida quiso vengarse porque su hijastra tenía pensado denunciarlo por los abusos a los que la sometía desde hace más de un década.
Casi una semana después de haber asesinado a martillazos a su esposa, Roberto Romero (46) fue apresado por la policía al llegar a pedir ayuda en la casa de un familiar que al instante dio aviso a la policía.
Había pasado seis días escondido entre matorrales cercanos a la localidad bonaerense de San Pedro, lugar donde vivía junto a María Esperanza Fernández, su pareja desde hace 15 y con quien tenía cuatro hijos en común. Tenía pedido de captura nacional e internacional.
Según los investigadores, el femicidio de Fernández fue a modo de "venganza" contra una hija que la víctima tuvo antes de conocerlo, y a quien abusaba sexualmente desde los 10 años. La joven le había revelado los hechos a su abuela y planeaba denunciar a su padrastro ante la Justicia. Sin embargo, el aseguraba que la relación era consentida.
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Si bien inicialmente los pesquisas pensaron que la joven podía estar vinculada al ataque de su madre, ya que el acusado envió un audio a familiares en que le atribuía el crimen y además aseguraba tener una relación sentimental consentida con ella, esa circunstancia quedó descartada cuando se profundizaron algunas líneas de investigación y se recibió la denuncia de la joven.
"A partir del homicidio de su madre esta chica entra en shock y toma dimensión de la relación que vivía con Romero, a la cual descubre como abusiva", expresaron fuentes cercanas a la investigación.
Fernández fue atacada con un martillo en la mañana del domingo, mientras descansaba y no tuvo oportunidad de defenderse. La autopsia reveló que le pegaron al menos ocho veces en la cabeza.