Cómo evitar comer por aburrimiento y otros hábitos poco saludables por coronavirus
El impacto de la cuarentena por el covid-19 en la alimentación de los argentinos fue eje de una encuesta online. Los resultados demuestran cómo se alteró el vínculo con la comida: desde lo que se come y cuánto se cocina hasta cuánto se gasta en alimentos y bebidas.
Con un mes de cuarentena por coronavirus cumplido, y la perspectiva de su extensión, los hábitos de los argentinos cambiaron significativamente. No sólo llegó el desafío de aprender a trabajar en casa de manera permanente y ser productivo y de organizar la rutina familiar para que la convivencia será armoniosa incluido jugar con los chicos de manera creativa, sino también practicar el sexting. Pero, sin dudas, el vínculo con la comida es una de las costumbres cotidianas que más se modificó ante la pandemia.
Para conocer el impacto del aislamiento social en los hábitos alimentarios y de actividad física, el Instituto de Tecnología de UADE realizó una encuesta online enfocada en residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, de nivel socioeconómico medio y medio-alto y con un promedio de edad de 33 años.
12 nuevos hábitos alimentarios El 75% de las personas encuestadas salió a comprar alimentos al menos una vez durante el período. Compraron mayoritariamente en negocios de cercanía y de pequeñas dimensiones como verdulerías, almacenes de barrio y supermercados pequeños. El 51% manifiesta que no encontró todos los alimentos que necesitó o deseó adquirir. 2 de cada 3 personas de más de 60 años realizó alguna salida. Los motivos principales de salida fueron porque era indispensable ya que no tenía comida (31%) y/o quería comer productos frescos (29%). El 35% utilizó los servicios de entrega de productos a domicilio y el 31% los de comida lista. En ambos casos, con un promedio de dos pedidos en lo que va del aislamiento. 9 de cada 10 personas lavaron todos los alimentos (frescos y envasados). El 46% los lavó con lavandina diluida.Luego del análisis de la encuesta, Diego Sivori (licenciado en Nutrición y Director de la Licenciatura en Nutrición de UADE) y Gabriel Santangelo (médico pediatra, Magister en Salud Pública e investigador principal de la investigación citada), recomientan:
¡Quédate en casa! Evitar o limitar tus salidas de compras, es clave que todos disminuyamos nuestras salidas. Se ha identificado un promedio de tres salidas en 11 días: podemos planificar para hacer sólo una salida por semana, lo que disminuirá el promedio de ahora en más. ¡Sigamos comprando en nuestro barrio! Hay que continuar el hábito que hemos detectado de comprar en los negocios de cercanías. No siempre encontraremos lo que deseamos o necesitamos: estemos abiertos a nuevas alternativas. La opción de entrega de productos a domicilio puede reemplazar una salida. Es importante identificar si en los negocios del barrio que habitualmente compramos tiene este servicio que puede ayudarnos a mantenernos abastecidos evitando salidas innecesarias. ¡Dietas especiales! Las personas que tengan una dieta especial por alguna enfermedad deben hacer una planificación semanal o si es posible a más largo plazo y buscar sus alimentos con suficiente tiempo para evitar la escasez de productos especiales y esenciales para su salud. Vas comer por aburrimiento o solo por placer (¡hacelo saludable!). Hemos detectado que una gran cantidad de personas destacan estos hábitos. Entendiéndolos podemos planificar pequeñas raciones que nos ayuden saludablemente para estos momentos de ansiedad: frutas ya peladas en la heladera, frutos secos, pedacitos de carne cocina y cortada, verduras crudas como tomates cherrys, apio, zanahoria podrán ayudarnos a hacer estas colaciones. Tener algo rico y saludable de rápido acceso nos ayudará en estos momentos de aburrimiento. Hacé las recetas de tu infancia. Una gran mayoría destacó que ha cocinado (comidas especiales) como actividad de tiempo libre lo cual es genial ya que siempre es muy bueno promover la cocina casera. Podés volver a hacer esas recetas de la abuela o de la infancia que te traerán muchos recuerdos. También es un muy buen momento para descubrir nuevos productos y preparaciones. Un día almorzá o cená (compartiendo vía internet) con esa persona muy querida que hoy está lejos de tu mesa. ¡Seguí eligiendo el agua!!! Hidratarse bien es fundamental en este período y hacerlo con agua es siempre la mejor opción, seguí el consejo de tener siempre agua fría en tu heladera. Si saliste a la verdulería, no te olvides de comprar naranjas y/o mandarinas con las cuales podés hacer el mejor jugo natural. Una limonada clásica será muy buena base para combinarla con miel, menta, jengibre o romero. ¡Aprovechá lo que tenés, no se tira nada! Es importante cuidar la economía de tus alimentos. Muchas personas han detectado un mayor gasto en alimentos, por lo que te recomendamos que antes de comprar mires bien qué tenés en tu alacena y heladera. Es momento de usar esas legumbres que guardás, esas latas en el fondo del estante y todo lo que tengas en la heladera.