MENSAJE DEL PADRE GREGORIO MAKANTASSIS

La Iglesia Ortodoxa de Antioquía celebra hoy el Domingo de Ramos

La Iglesia Ortodoxa de Antioquía comienza hoy su Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos.

La Iglesia Ortodoxa de Antioquía comienza hoy su Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos.

El padre Gregorio Makantassis, responsable de la parroquia San Jorge de nuestra ciudad, reflexionó sobre esta fecha destacando el sentido de la entrada gloriosa de Jesús a Jerusalén.

Este es el mensaje del religioso:

“El profeta Zacarías profetizo muchísimos años antes el hecho que hoy celebramos. Jesús, una vez que finalizó su predicación en la tierra, hace su entrada triunfal en Jerusalén, la ciudad santa donde se adora a Dios. El Señor hace su entrada como rey y vencedor. Es aclamado por los niños que exclaman: “Hosanna Hijo de David: Bendito el que viene en el Nombre del Señor”. Pues ha resucitado a su amigo Lázaro, como un anticipo de su propia resurrección. Aquí el asno bravío que monta el Mesías, “sobre el cual nadie ha montado todavía” (Lucas 19:30), es una imagen de los gentiles.

Los apóstoles ponían sus vestiduras sobre el asno que simbolizan las enseñanzas de Cristo anunciadas por los apóstoles a los gentiles (no judíos) y el Señor sentado espiritualmente sobre los gentiles, manifestándoseles como Dios. Él los condujo a Jerusalén, al seno de la Iglesia, a la ciudad eterna de Dios, no hecha por manos de hombres, a la ciudad de salvación y bienaventuranza. Así también las enseñanzas de Cristo pierde al asno de su apego, esto es a causa del cumplimiento de su pecaminosa y carnal voluntad.

Entonces el Señor se sienta sobre Él y hace su entrada sobre él a Jerusalén, lo que significa que la persona que ha abandonado su vida pecaminosa es conducida hacia los Evangelios, y es revestida como de las vestiduras apostólicas, en el más detallado y refinado conocimiento de Cristo y sus mandamientos.

Irrumpe el príncipe de la Paz, Jesús mismo es la fuente de la paz, Él nos dice: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Así en especial en estos tiempos que sufrimos por esta pandemia mundial debemos recibir la Paz de Cristo, abriéndonos al Espíritu Santo para que experimentemos verdaderamente en nuestro ser interior la paz que viene de lo alto. Porque el hombre moderno no se contenta con lo que tiene y corre en pos de la sociedad de consumo, viviendo para sus placeres y deseos, por lo que vive descontento, frustrado y pierde rápidamente la paz espiritual.

Pues las palmas y los ramos, representan las virtudes con las que debemos adornarnos, pues nos permitirán entrar en el Reino de los cielos, y la manera de vivir con estas virtudes cotidianamente. Para que al igual que los niños le cantemos: Hosanna (Oh, Señor Sálvanos) ¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!

Victoria final

Recibámoslo como el Rey y Mesías de todo nuestro ser, Jesús tiene poder, depositemos nuestra fe en la victoria final de Cristo, ya que Su reino prevalece, incluso sobre la Muerte. El Señor viene para librarnos de nuestros pecados y de nuestras inseguridades, para tomar posición de nuestras almas y reinar en nosotros. No solo a librarnos de nuestra muerte por Su Muerte y Resurrección, sino para hacernos capaces de tener Comunión plena y alcanzar una unión más íntima con Dios.

El Reino de Dios está en nosotros cuando Cristo reina en nosotros, cuando lo hacemos Rey y Maestro de nuestras vidas, entonces Dios actúa como Maestro poniendo en nosotros tanto el querer como el hacer por su buena voluntad, (Filipenses 2:13). De modo que así el hombre podrá restablecer su relación con Dios encomendando en sus manos su libertad y conciencia voluntariamente. El Reino es Cristo mismo y basamos nuestra identidad en Cristo al recibirlo como amo y Señor nuestro. ¡Feliz y Bendito Domingo de Ramos para todos!”l


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