El “Chaqueño” pone primera en La Salamanca 2020
El músico presentará “Soy y seré”, su último disco, además de interpretar sus clásicos, zambas y gatos en la novel producción. Le puso su voz a “Cenizas de mis años”, chacarera trunca de Horacio Banegas.
Por Emilio Marcelo Jozami. De la Redacción de EL LIBERAL
Las angustias de la gente de la región del chaco salteño, en donde nació, y canciones que revelan sus pesares y alegrías están remarcados en “Soy y seré”, el último disco de Oscar “Chaqueño” Palavecino, quien hoy abrirá, con los temas de esa obra conceptual e intimista, el 29º Festival Nacional de La Salamanca, en el club Sarmiento de La Banda. Antes, concedió una entrevista exclusiva a EL LIBERAL.
¿Qué representa para un cantor popular subirse a un escenario como el “Jacinto Piedra”, del Festival Nacional de La Salamanca?
El hecho de ir a Santiago nomás ya tiene mucho que ver en un cantor popular, más allá de un escenario que lleva el nombre de un grande como Jacinto, un músico que revolucionó en el tiempo que estuvo. Hasta su muerte ha sido profunda. A los que no lo conocíamos y a los que no sabíamos lo que él mostraba nos llegó profundamente. El hecho de estar en Santiago y en este festival prestigioso de La Banda es un orgullo.
En Santiago del Estero, más allá de amigos, tiene referentes. En su disco “Soy y seré”, interpreta la chacarera trunca “Cenizas de mis años”, de Horacio Banegas.
Lo tenía desde hace tiempo. Es un tema que siempre me gustaba y por ahí lo cantábamos con otros de mis músicos en las guitarreadas. La obra de Horacio es profunda. En “Soy y seré” conté aspectos de mi vida y esta chacarera era pertinente. Estoy agradecido con Horacio por la obra que tiene, que es tan profunda.
En “Soy y seré”, usted reafirma su identidad y su compromiso social. Estas características están remarcadas, por ejemplo, en “Río mío”.
En “Río mío” hablamos de lo que nos sucede con el bendito río Pilcomayo. Hay que trabajarlo ahora porque los ríos pierden cauce o agarran otro porque se va llenando de todo lo que va arrastrando y es por eso que vienen las inundaciones. Es profundo y divide a dos países. Debe haber un acuerdo grande de todos. No es fácil entrar nosotros y decirles qué hacer. En cuanto a la zamba hay algo que dice lo que hacemos porque, en realidad, hace mucho que estamos abocados en darle una mano al otro.
Para “Soy y seré” se animó a componer. ¿Fue por una necesidad?
Hay cosas que el tiempo te lo va diciendo, buscando y sabiendo que lo puedes hacer, pero siempre con otro. En este caso, con alguien que también lo sabe, lo vas corrigiendo. Pero, mayormente, siempre digo que yo soy un intérprete que le ha tirado más cantar y le ha tirado el cantar de todo un poco de distintos lugares del país. Es por eso que canto chamamé, chamarrita, una tonada y chacareras.
¿Esto es por la experiencia recogida en los caminos o por gusto personal por la música argentina?
Es muy de mi gusto porque la música argentina es rica. Cada región de la Argentina quiere y ama su música. Los de la región del norte del país somos más parecidos. Santiago del Estero se identifica mucho con la chacarera. Hay que ser muy santiagueño para las truncas y todo. Siempre me gustó la música de todas las regiones. Hoy que tengo la posibilidad de recorrer muchos lugares me gusta saber de los mismos y hacer un poquito de todo.
¿Se hizo cantor por necesidad o porque era el sueño de toda la vida?
No fue por hambre sino porque más fuerte fue el cantar y el tocar. Nosotros somos herederos de santiagueños. La música es parte de la vida. Ya viene de cuna todo esto. Después, hemos ido cantando porque ese grito también es parte de hacerte escuchar, aunque yo no soy un cantor de protesta. Cuando canté Juan de la calle fue porque es un tema esperanzador. Dios ha sido demasiado bueno conmigo, porque me dio esta posibilidad de salir de donde salgo y estar en el lugar en donde estoy. Es un privilegio para mí. Soy un privilegiado porque cumplí mis sueños viniendo muy de abajo, de aquel rincón del chaco salteño.
¿El folclore tiene el carisma y la seducción del tango como para convertirse en un producto musical de exportación?
El tango es más joven que el folclore. ¿Qué es lo que ayudó al tango, más allá de que Gardel lo hizo conocer a nivel internacional? A nivel de exportación, ayudó el baile sensual. El folclore es completísimo: tiene la métrica, que ya la han hecho los mayores; la cadencia la tenemos que ir dando nosotros y la picardía y la gran melodía lo van haciendo los poetas. Cuando se complementa todo eso, es como el jockey y el caballo, seguramente que se va a ganar la carrera. Esto ya está hecho y nosotros lo vamos manejando y, a veces, no lo complementamos como tiene que ser. Yo, a donde voy, tengo que tener un bailarín, sino es como si me faltara algo dentro de lo que hago. La danza siempre está. Lo de afuera, bienvenido sea, pero lo nuestro es nuestro. Nosotros primero, como son en otros países. Nosotros tenemos que defender mucho e inculcar a los niños de que uno es argentino.
Perdió a su papá a los 11 años y a su mamá cuando tenía 15
En “Soy y seré”, el “Chaqueño” revela aspectos de su vida poco conocidos. Le canta a sus padres. En su entrevista exclusiva con EL LIBERAL, habló sobre “Recordándote, papá” y “Flores para mi madre”.
- ¿Qué fibras toca de Oscar Esperanza Palavecino cuando canta “Flores para mi madre” y “Recordándote, papá”, incluidos en su CD?
- Mucho. Este disco está volcado en eso, en recordar de donde uno viene. “Recordándote, papá” es tremendo. Yo creo que para el Día del Padre lo vamos a poner varios. Y en “Flores para mi madre”, de Regino Páez y Antonio Tormo, me toca profundamente. Perdí a mi padre cuando tenía 11 años. Yo no llevo el apellido de él, pero sí el de mi madre, a quien la perdí cuando yo tenía 15 años. Es la realidad lo que se expresa en ese tema de Páez y Tormo. Hace mucho que lo quería grabar, pero no podía. Lo escuchaba a Carlos Infante cuando lo cantaba y “moqueaba” (lloraba) peor. Uno siempre tiene ese recuerdo de donde viene y donde está y siempre hay una nostalgia.
¿El cantarlo lo liberó?
Liberar no sé, pero no lo podía cantar porque me llegaba a las entrañas. Lo hice, lo grabé y me siento muy bien. Los cantores cantamos lo que sentimos. A veces, vienen algunos y te dicen “che, este tema te cae bien”. No entra dentro de uno. Hay que buscar y elegir lo que uno siente para poder expresarlo de la mejor forma.