Dos termenses ayudaron a combatir el incendio en Gesell
Los jóvenes trabajan como maleteros en la ciudad turística. Sin dudar arriesgaron sus vidas para ayudar a las víctimas del foco ígneo.
LAS TERMAS, Río Hondo (C) Dos termeños fueron noticia en los medios nacionales tras colaborar para sofocar un incendio que se registró el martes cerca de las 16 en una zona conocida como barrio Los Troncos, de la ciudad de Villa Gesell, en el partido de la Costa.
Pablo Sabater tiene 29 años, vive en el barrio Adela y Daniel Medina, (30), del barrio San Lorenzo de la ciudad termal, son compadres y viajan hace 10 y 19 años respectivamente a la ciudad turística. Allí trabajan de maleteros en la terminal de ómnibus.
Los termeños viven a 10 cuadras del lugar donde se registró el incendio. En un diálogo telefónico con EL LIBERAL Pablo Sabater expresó: “Estábamos en la vereda de la casa y vimos pasar patrullas de la policía, y también bomberos que se dirigían a la zona de la entrada de Villa Gesell donde se encuentra el boliche Pueblo, el más grande del lugar que está a 50 metros del famoso barrio Los Troncos”.
“Nos acercamos al lugar y pudimos observar que el fuego se adueñaba de 4 casas. La gente desesperada corrían de un lado para otro. Era un griterío, los vecinos lloraban. Nosotros con la gente hacíamos cola para sacar agua con baldes y bidones de una pileta de natación para apagar el incendio”, expresó Pablo.
Más adelante amplió: “Se vivieron situaciones límites. El llanto de la gente era angustiante. Llegaban camionetas para trasladar mobiliarios, televisores, mesas que se pudieron salvar. Hasta con palas tiramos tierra para tratar que el fuego no avanzara. Se vivieron momentos de mucha desesperación. Terrible. Es la primera vez de los años que vengo y veo una cosa así”.
Además manifestó: “Me preocupa porque este año están pasando cosas malas en Gesell. La muerte del chico Fernando Báez Sosa afuera del boliche consternó a toda la comunidad. El incendio duró 4 horas, desde las 16 hasta las 20 aproximadamente. Fue agotador. Nos queda la tranquilidad que pudimos dar una mano”.
Al finalizar sostuvo: “La gente fue muy atenta. Nos suministraron barbijos, agua. Había momentos que nos faltaba el aire, los ojos nos ardían por el humo. Fue una experiencia muy fea”.l