El gobierno francés cede en la reforma jubilatoria y trata de romper el frente sindical
El gesto del gobierno coincidió con la quinta jornada de manifestaciones convocadas en todo el país.
PARÍS. El gobierno francés suavizó su proyecto de reforma jubilatoria, al retirar la edad de referencia de la jubilación a los 64 años, el punto que le exigían los sindicatos más dialoguistas para entablar negociaciones, pero no alcanza a satisfacer a la central sindical más radicalizada, que exige el retiro total del proyecto.
El primer ministro, Édouard Philippe, envió una carta a los interlocutores sociales en la que aseguró que sindicatos y patronal deberán ponerse de acuerdo para encontrar una fórmula de financiación del nuevo sistema de jubilación, sin bajar las pensiones ni incrementar las cotizaciones patronales.
Ambos sectores deberán encarar las negociaciones en una conferencia de financiación que se reunirá a fines de mes y que debe acabar antes de mayo, para que sus conclusiones puedan ser integradas en el trámite final de la aprobación parlamentaria de la nueva ley.
Philippe advirtió que los interlocutores sociales deben hacer proposiciones que permitan el equilibrio del sistema para 2027 y aseguró que, en caso de no lograr un acuerdo, “el gobierno afrontará sus responsabilidades”.
El primer ministro indicó que será necesario situar una edad de referencia de jubilación, aunque dejó que sean las negociaciones sociales las que la fijen.
También indicó que deben quedar abiertas las negociaciones sobre otros puntos de la reforma, como la peligrosidad de ciertos oficios, el empleo de los senior y la gestión del final de carrera de los funcionarios.
El gesto del gobierno coincidió con la quinta jornada de manifestaciones convocadas en todo el país contra la reforma y recibido de forma desigual por los sindicatos.
El sindicato reformista CFDT, cuyo líder, Laurent Berger, había exigido ayer retirar la edad de referencia de 64 años, lo consideró un paso positivo y se comprometió a abrir negociaciones lo antes posible.
La más radical CGT, por su parte, aseguró que ese gesto del Gobierno no es suficiente y volvió a pedir la retirada total de la reforma.
Bajo un cielo gris y en un día helado, los sindicatos de la CGT y la CFDGT, junto a los estudiantes, los empleados públicos,los abogados, los médicos, enfermeros, kinesiólogos, trabajadores petroleros, bancarios y los abogados marcharon junto a los Chalecos Amarillos para exigir detener o cambiar la reforma jubilatoria por el sistema de puntos, que propone el presidente Emmanuel Macron y fue una de sus promesas de campaña.
En esta quinta marcha multitudinaria, los Blacks Blocs anarquistas y los “casseuers” o hooligans coparon la cabeza de la marcha. Con sus metodologías de guerrilla urbana lanzaron un combate a pedradas contra la policía. Encapuchados, con sus caras cubiertas de máscaras anti gas y cascos enfrentaron a los policía andisturbiuos hasta hacerlos retroceder en la avenida Daumesnil, al lado de la plaza de la Bastilla.
Luego repitieron los violentos incidentes en la plaza de la República, cuando terminaba la marcha.